Irene Montero y Pablo Iglesias no tienen vergüenza. Esa es la única conclusión posible ante la extensa relación de escándalos que salpican a la pareja.
Ya pueden los dirigentes podemitas y sus lamebotas mediáticos acusar de defraudadores a los 'youtubers' que se han marchado a Andorra, que, entre el Rubius y sus amigos y la banda de Sánchez, la elección está muy clara.
La cuádruple enfermedad que padece Cataluña –institucional, política, económica y sanitaria- es el mejor reflejo de la crisis que padece España entera.