sistiré a Colón para defender mi libertad, radical y subjetiva, que me hace ciudadano. Iré a Colón para protestar contra quienes han hecho del odio a España su principal seña de identidad.
Cien 'expertos' se han puesto al servicio del Gobierno socialista para un ejercicio de adivinación del futuro como estrategia y de ingeniería social como táctica.