La emotividad no es un elemento inocente: sirve para encubrir información. Aunque, al final, en un asunto grave como éste, acaba destruyendo la credibilidad de quien la utiliza.
Los indultos de los delincuentes fueron el fruto podrido que coronó unos pactos mercenarios, a los que ni siquiera les faltó la bendición de los obispos catalanes.
Jesús Laínz uno de los escritores que más tiempo ha dedicado a roturar un terreno tan convulso como aquel en el que cristalizaron los nacionalismos fragmentarios.