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David Vinuesa

Sin muertos, UEFA y FIFA se bajan los pantalones de nuevo ante el hooliganismo inglés

Los hechos vividos en la horas previas a la final de la Eurocopa fue lamentable. Londres vivió un infierno protagonizado por hooligans.

Los hechos vividos en la horas previas a la final de la Eurocopa fue lamentable. Londres vivió un infierno protagonizado por hooligans.
Botellón de los ingleses antes de la final. | Cordon Press

Han estado inmersos en dos de las tragedias más importantes de la historia del fútbol, Heysel (Bélgica) en 1985 y Hillsborough (Inglaterra) en 1989. En la final de Champions entre Juventus y Liverpool murieron 39 personas mientras que la segunda desgracia se cobró 96 víctimas mortales en el contexto del duelo copero entre Liverpool y Nottingham Forest. Pese a todo ello, a los hooligans ingleses les da exactamente igual. No les importa. Siguen haciendo lo que les da la gana. Y lo peor de todo es que tampoco parece importarle demasiado a las autoridades futbolísticas. Salvo que haya fallecidos, por supuesto.

Así parece funcionar el mundo del fútbol. Si hay muertos, reacción. Si hay destrozos, violencia e imágenes tan vergonzosas como las vividas ayer en Londres, los dueños de UEFA y FIFA sueltan un "lamentamos lo sucedido" mientras hacen la digestión del catering de lujo que se sirve en los palcos. En vez de evitar que haya muertos, se lamentan cuando los hay. Y esto lo estoy escribiendo en julio de 2021, no en 1989.

Pasan los años y los aficionados ingleses más subdesarrollados mentalmente siguen viviendo en libertad. La mayoría, por supuesto, los ya míticos hooligans, pero ojo, no todos son grupos ultras organizados sino que muchos son simples ciudadanos británicos de diferentes edades que alcoholizados o drogados quieren montar lío en la previa de los partidos. Sí, no solo son hooligans. La sociedad inglesa tiene que empezar a entender que tienen un serio problema y en vez de dar lecciones al resto de Europa deberían empezar a pensar por qué el mundo del fútbol relaciona a Inglaterra con borrachos, vándalos y peligros andantes. En resumen, les tienen asco y por esa razón media Europa iba ayer con Italia y no con ellos. Lógicamente hay un gran número de aficionados ingleses que saben comportarse, pero el problema es de todos y deben solucionarlo entre todos.

Ayer en Londres se vieron cosas dantescas. No es normal ver a gente esnifando cocaína en brazos de la multitud, hinchas desnudos jaleados por el resto de orangutanes de la tribu e incluso seguidores con bengalas metidas en el culo. Sí, no me lo estoy inventado. Todos hemos visto los vídeos. Y aunque suene asqueroso fue la realidad vivida en la capital de uno de los países que se considera como primer mundo. Se consideran ellos, visto lo visto. El resto, pensamos diferente.

¿Harán algo desde las autoridades futbolísticas? ¿Se pondrán las pilas Infantino en la FIFA y Ceferín en la UEFA después de que ayer dejaran en ridículo a la organización y seguridad del torneo en plena pandemia por coronavirus? Por supuesto que no. Ellos ya han terminado el negocio de este año y ya tienen todos los beneficios. Digestión hecha. Además, Ceferin está ahora mismo en una fase en la que los ingleses son sus mejores amigos tras abandonar la Superliga y elegir la Champions. Si se le piden, no se descarta que lleve él los hielos al botellón. Lejos quedan aquellos tiempos en los que había sanciones de verdad. La UEFA llegó a castigar en su día a todos los equipos ingleses con cinco años consecutivos sin jugar competiciones europeas. Seis en el caso del Liverpool. Todo ello tras lo sucedido en Heysel. En ese momento la UEFA reaccionó, pero solo porque hubo muertos. Cuando no los hay, repito, digestión del catering del palco y un "lamentamos lo sucedido" de manual de primero de cobardía.

¿Y la Federación Inglesa de fútbol? ¿Y el gobierno? Se pusieron muy dignos para sancionar a Trippier por el tema de las apuestas, pero ahora están muy calladitos. Ni siquiera han abierto la boca al ver que Saka, jugador de tan solo 19 años que falló el último penalti de la final, ha sido masacrado en redes sociales al grito racista de "mono". Si un jugador de su selección apuesta ilegalmente le sancionan casualmente para que no juegue solo con su club, pero garantizando que llegue bien a la Eurocopa. Eso sí, si su país hace el ridículo dando la imagen de borrachos, racistas y pervertidos, no pasa nada. Apostar, muy mal. Bengalas por el culo con la bandera inglesa al cuello, no pasa nada. Pues les ha salido, nunca mejor dicho, el tiro por la culata con su demagogia barata ya que Trippier sí ganó la Liga con el Atlético y su selección no ganó la Eurocopa. ¡Cheers FA, cheers!

Como no va a pasar nada volvemos desde hoy mismo a lo de siempre y al título que encabeza este artículo de opinión: sin muertos, UEFA y FIFA se bajan los pantalones de nuevo ante el hooliganismo inglés. A partir de ahora, lo habitual en cada país que recibe a esta gente: rezar porque no haya una tragedia. ¡Suerte a todos con esta pandemia futbolística sin vacuna!

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