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Cristina Losada

Sorpresa, los talibán no incluyen mujeres

Los talibán no han cambiado desde aquellos años en que el mundo tuvo la desgracia de conocerlos, pero el mundo sí. Se ha vuelto más tonto.

Los talibán no han cambiado desde aquellos años en que el mundo tuvo la desgracia de conocerlos, pero el mundo sí. Se ha vuelto más tonto.
El portavoz de los talibanes Zabihulá Muyahid. | EFE

Los talibán no han cambiado desde aquellos años en que el mundo tuvo la desgracia de conocerlos, pero el mundo sí. Se ha vuelto más tonto. La tontería se hizo ver poco después de que los talibán se hicieran con el control de Kabul, cuando consiguieron que la prensa difundiera que iban a respetar los derechos de las mujeres. Los nuevos amos del lugar agregaron que era un respeto "dentro de la ley islámica", pero a muchos no les pareció que esa condicionalidad invalidara el aspecto central del mensaje. Algunos medios prescindieron del añadido por completo. Aún está por ahí el titular de la tele autonómica vasca: "Los talibanes prometen una amnistía y afirman que respetarán los derechos de las mujeres". Ninguna de las dos cosas era cierta. Cualquiera lo tenía que saber. Pero ahí quedó, digna de figurar en una historia de la estupidez, la idea de que los talibanes iban a respetar los derechos de las mujeres.

En la ONU se lo creyeron o hicieron como que se lo creían, porque al cabo de pocas semanas la organización denunció que los talibanes no cumplían "las promesas de respetar los derechos de las mujeres". ¿Qué promesas? Los tontos no descansan. El coordinador de Ayuda de Emergencia de Naciones Unidas, Martin Griffiths, reiteró, en una entrevista en Ginebra este mes de septiembre, su convicción de que los nuevos líderes talibán comprenden la importancia que la comunidad internacional otorga a la defensa de los derechos de las mujeres. A esas alturas, lo que habían comprendido los talibán es que se podían reír en la cara de los organismos internacionales y de parte de la prensa. Griffith revelaba que lo que le dijeron los talibán fue: "Prometemos que se respetarán los derechos de las mujeres y las niñas en base a la religión y la cultura de Afganistán". ¿Y eso qué significa, señor Griffith?

Después de que los tontos del mundo pensaran que dentro de la ley islámica se respetan los derechos de las mujeres, dieron en pensar que los talibán iban a incluir a mujeres en su Gobierno. La directora de ONU Mujeres, Pramilla Patten, dijo previamente: "La incorporación de mujeres a la futura Administración será una prueba de fuego para constatar el compromiso de los talibán con los derechos y las libertades". El concepto "compromiso de los talibán con los derechos y las libertades" es plena inverosimilitud. Pero si los talibán, por seguir burlándose de la ONU, hubieran incluido a alguna mujer de su cuerda, que la habrá, su presencia no garantizaría nada. La única garantía de la libertad es la libertad.

El caso es que finalmente se ha dado la noticia, como si fuera noticia, cual si fuera sorprendente, de que no hay ninguna mujer en el nuevo Gobierno talibán. Mi titular preferido es "Los talibanes completan su Gobierno ‘inclusivo’ sin mujeres". Claro, claro, los talibán iban a formar un Gobierno con mujeres, un Gobierno inclusivo y, ¡oh, sorpresa!, ha resultado que no. La tontería sigue ganando. Las mujeres afganas que quieren derechos y libertad van perdiendo. Aunque su situación, a la luz del podemismo, no es para tanto. Ya lo dijo Irene Montero: "Pasa en Afganistán, pero también pasa en España". Las afganas, explicaba, van a tener problemas en "el acceso al derecho al empleo, a la educación y a la salud", pero en España hay "unas tasas intolerables de asesinatos machistas (...), unas tasas increíbles de violaciones y de violencias sexuales que todavía están absolutamente normalizadas". Abrió este capítulo la tontería; lo cierra la ignorancia insensible y perversa.

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