Menú
Enrique Navarro

Podemos, independentistas y Putin, amenaza real a nuestro sistema de libertades

Frente a la cumbre de la OTAN, el socio del gobierno y sus pilares parlamentarios abogan por la cumbre de la paz, un invento del marketing totalitario.

Frente a la cumbre de la OTAN, el socio del gobierno y sus pilares parlamentarios abogan por la cumbre de la paz, un invento del marketing totalitario.
Pedro Sánchez en Kiev | EFE

En junio tendrá lugar en Madrid la primera cumbre en la historia de la Alianza Atlántica en guerra. La organización nacida para preservar la libertad e impedir que Rusia atacara Europa ha cosechado en Ucrania su mayor fracaso. La OTAN no nació para defender un área geográfica, sino para impedir que la tiranía y el totalitarismo reinaran en Europa, para evitar que volvieran las tinieblas de la barbarie. Hoy, una democracia soberana, uno de los nuestros, ve cómo sus ciudades son devastadas, sus niños asesinados, sus mujeres violadas en nombre de una acción libertadora. No se puede cometer semejante ofensa a los ojos de la moral alegando la defensa de valores nobles, que son sólo excusas inertes, herramientas del totalitarismo para ganar la batalla mediática y eludir su responsabilidad ante la historia.

La reacción de la organización militar que tiene el deber de defendernos frente al totalitarismo y la corte comunista ha sido la organización de una romería a Kiev de líderes occidentales más preocupados de la fotografía que de asumir responsabilidades que como baluartes del club de la libertad les corresponde. Es una ruidosa y detallada peregrinación con escasa devoción, que debería avergonzarnos. Zelenski es como esa virgen que nos pide más acciones y menos folclore, y que ignoramos porque nosotros estamos en la fiesta, y poco más.

En Ucrania combaten los mismos elementos antagónicos que protagonizaron el siglo XX: los liberticidas frente a los libertadores; los totalitarios frente a los ciudadanos, la libertad frente a la tiranía, pero en esta decisiva contienda no puede haber líneas grises ni neutralidades interesadas; no se puede estar en tierra de nadie esperando recoger los frutos del terror, y mucho menos confraternizar con el enemigo.

Frente a la cumbre de la OTAN, el socio del gobierno y sus pilares parlamentarios abogan por la cumbre de la paz, un invento del marketing totalitario que camufla bajo amables términos sus aviesas intenciones. ¿Cuál es la cumbre de la paz que ambicionan Podemos y la cohorte totalitaria que los escolta? No merecerían que nos hiciéramos esta pregunta salvo por dos hechos que son definitivos. Estos son los que sostienen, barnizan y condicionan la labor del gobierno de todos los españoles, convirtiéndose a menudo en sus principales voceros; y en segundo lugar porque la conservación de este galimatías es el objetivo electoral del presidente Sánchez.

¿Qué significado tiene la cumbre de la OTAN que tanta inquina e indignación produce en "los brazos de Frankenstein"?

La OTAN defiende el estado de derecho frente al mundo "Hobbesiano". La supremacía de la ley sobre las personas y las acciones abusivas de los gobiernos. El derecho es nuestro seguro de vida frente al totalitarismo, frente al abuso de autoridad, y nos garantiza la justicia. Pero los "chiripitifláuticos", con todo el respeto a aquellos maravillosos personajes de mi niñez, anteponen los intereses políticos y personales al imperio de la ley. Crean de la nada derechos de soberanía, de expropiación de la propiedad privada, de censura de la libertad de expresión, en definitiva un estado de la jungla en el que la ley es modelada como instrumento de extorsión de los ciudadanos cuando no sirve a los intereses de los totalitarios. El concepto de estado de derecho de podemitas y nacionalistas está más cerca de Putin que de Kant. Darle el poder a esta legión sería como haber entregado la Revolución Francesa a Jean Paul Marat.

La OTAN defiende la democracia, es decir la libre elección de los representantes políticos, mientras que la encantadora "divine gauche" promete incendiar las calles si el pueblo no decide que sean ellos los que gobiernen; incluso amenazan con sacar del sistema por "inconstitucionales" a los partidos con los que no simpatizan, lo que no se atrevieron a hacer con Batasuna, seguramente porque estaban pensando en el futuro.

Frente a Rousseau, los podemitas y nacionalistas imponen el modelo de partido único, el suyo claro.

La OTAN defiende la libertad, los derechos humanos, el libre desarrollo de la personalidad, pero para los totalitarios que soportan al gobierno, solo tienen derechos los que opinan como ellos; los que ejercen su libertad contra el poder son una amenaza al estado y merecen su destrucción, que es exactamente lo mismo que practica Putin en Moscú, Bildu en los pueblos de Euskadi y los secesionistas en los patios de los colegios catalanes. El objetivo: la desaparición de los diferentes porque son una amenaza a sus intereses; el lenguaje que usan a su servicio: acabar con los que abusan de los humildes, defensores de los ricos, de fascistas, de sanguijuelas de los trabajadores, de promotores de la desigualdad, en definitiva sujetos que merecen su "desnazificación".

Así que no nos debe extrañar que este espectro abogue por una cumbre alternativa, porque ellos representan aquello contra lo que luchamos, son la razón por la que creamos la OTAN. No lo son porque discrepen, sino porque el fundamento de su ideología es destruir el sistema que la Alianza Atlántica representa y defiende y que tanto nos costó conseguir.

La siguiente cuestión que nos podemos hacer es ¿por qué permanecen en el gobierno? No se equivoquen, no es por el apego al coche oficial o al sueldo que tan distante estaba de sus posibilidades en el mundo real. Continúan porque ese es su trabajo. ¿Cuánto nos cuesta en impuestos, en el cercenamiento de derechos, en debilitamiento del estado cada declaración atlantista del presidente? ¿Cuánto más habríamos hecho por Ucrania de no existir esta quinta columna? Su trabajo es aguantar hasta el último día y luego seguir cultivando su agenda ya sea en el gobierno, o manejando los hilos de la oposición-insurrección que ya se encargan de predecir.

España tiene hoy en día los más graves problemas de seguridad desde que las tropas francesas perdieron en San Marcial, y no estamos para mantener en el gobierno a los que obtendrían más ventajas de una España derrotada y débil que de una fuerte y libre. La pervivencia de nuestro sistema político y de Europa dependen de la derrota de Putin en Ucrania y de sus colaboradores y recolectores en el resto del continente. Quieren convertirnos en el país de las multitudes mudas y debemos reaccionar todos los que estamos a este lado, que seguimos siendo una inmensa mayoría.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios