Es el gran olvidado de esta trigésimo quinta Liga del Real Madrid. Mucho se habla del espectacular nivel de un Karim Benzema merecedor del Balón de Oro, de su sociedad letal con Vinícius, de la eterna juventud de Modric, de la compenetración de la pareja Alaba-Militao, de las paradas de Courtois o de la mano de Ancelotti –primer entrenador que gana las cinco grandes ligas–, por citar sólo algunas claves del éxito madridista. Pero hay un actor, relegado a la sombra, que ha sido vital en este nuevo título de los blancos. Y ése no es otro que Antonio Pintus.
Conocido como el Sargento por la dureza de sus métodos, especialmente en las pretemporadas –en ese periodo destacan los entrenamientos sin balón y el trabajo para potenciar la forma física–, este turinés de 59 años está considerado como uno de los mejores preparadores físicos del mundo. Fue clave en dos de las tres Champions que el Madrid conquistó bajo la batuta de Zidane Zidane (las de 2017 y 2018) y en la Liga de hace cinco años, ganada en Málaga en la última jornada.
Al final de la temporada 2018/19, Pintus anunció que abandonaba el Real Madrid para fichar por el Inter de Milán, ayudando a los nerazzurri a ganar la Serie A y rompiendo una larga hegemonía de la Juventus de Turín, dejando de paso un enorme vacío en la entidad madridista lo que a la preparación física se refiere.
La pasada campaña, cuando el Madrid estuvo luchando hasta el final por la Liga y pegó un bajón alarmante a nivel físico –como demostró especialmente en la eliminatoria de semifinales de Champions contra el Chelsea–, el equipo sufrió 62 lesiones y 167 ausencias en Liga. Una auténtica barbaridad.
Todas las miradas se dirigieron entonces a Pintus. Había que recuperar a toda cosa al preparador físico italiano, sargento de hierro durante la pretemporada y policía a lo largo del curso. Y la mano del turinés se ha notado de lo lindo en Valdebebas. La preparación de la actual campaña en nada o muy poco se parece a la de la anterior: en el curso 2021/22 se han registrado 43 lesiones –un 31% menos que en la 2020/21–. Y todo ello a pesar de que Ancelotti no es demasiado amigo de las rotaciones.
En este sentido, sólo quince jugadores de la plantilla han disputado más de 1.000 minutos en LaLiga de los 3.060 posibles en 34 jornadas. Seis de ellos –Courtois, Militao, Alaba, Casemiro, Benzema y Vinícius– superaron la barrera de los 2.000. Pese a estos números, la poca rotación no ha afectado al rendimiento. El mejor ejemplo de ello es la master class de resistencia física que los blancos impartieron hace quince días en el Sánchez Pizjuán, donde remontaron al Sevilla en la segunda parte (2-3) para enterrar cualquier atisbo de resurrección en la Liga tras el inesperado 0-4 en el Clásico del Bernabéu frente al Barcelona.
Sin embargo, la labor de Pintus va mucho más allá de evitar lesiones. Así, el italiano es el encargado de estudiar las necesidades que requiere cada futbolista para intentar llegar en las mejores condiciones a final de curso. Tanto los actores principales como jugadores más residuales (Bale, Isco, Jovic, Mariano, Vallejo…) a los que Ancelotti tener preparados en las mejores condiciones por si tuviera que recurrir a ellos.
Pero no es tanto la cantidad de lesiones como la calidad. Y es que con Pintus al mando de la preparación física la gravedad de los problemas es mucho menor: son molestias musculares leves, golpes y gripes. La plantilla del Madrid acumula 102 ausencias este curso en Liga, siendo Bale (17), Mendy (13) y Mariano (10) los jugadores que más partidos se han perdido del campeonato.
Más allá de la magia del Bernabéu o de lo que pesa el escudo del Real Madrid en su competición fetiche, en las remontadas vividas frente al París Saint-Germain y el Chelsea, también Pintus ha tenido gran parte de culpa, pues el equipo ha demostrado llegar con más físico que sus rivales al tramo decisivo de los partidos (la segunda parte del encuentro de vuelta ante los franceses y la prórroga frente a los blues son buen ejemplo de ello).
Ahora llega el Manchester City al Santiago Bernabéu. Como ante el PSG, el Madrid necesita remontar un gol de diferencia ante un equipo superior en el aspecto futbolístico, pero no en el físico. Con el idilio del Bernabéu en la Copa de Europa, el peso del escudo, esta plantilla, Ancelotti… pero también con Pintus. Ingredientes perfectos para hacer que el sueño de la final de París termine por cumplirse. Sí se puede, claro que se puede, y sobre todo si en nómina tienes a un hombre llamado Antonio Pintus.