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Miguel del Pino

Contradicciones de las renovables

Molinillos frente a aves y paisaje, espejos solares frente a agricultura.

Molinillos frente a aves y paisaje, espejos solares frente a agricultura.
Instalaciones de energía solar y eólica. | EnerHi

La aparente "sostenibilidad" de las llamadas energías renovables se pone en duda de manera progresiva a medida que su extensión va revelando problemas ambientales que se habían ocultado bajo el paraguas o el manto de los mantras del "cambio climático". La realidad se va imponiendo al fanatismo.

No se trata de rechazar el empleo de energías procedentes de la propia naturaleza, como la eólica, la hidráulica o la solar; todas pueden ser necesarias en determinadas ubicaciones o circunstancias, al menos como fuentes complementarias de las que actualmente soportan nuestra civilización, hasta que la nuclear se perfeccione y generalice, sin embargo…

Hay que recordar que cualquier modificación ambiental que implique transformaciones con posibles consecuencias debe ser objeto legalmente de estudios previos que se denominan de "impacto ambiental"; se trata de valorar qué trastornos pueden acarrear y qué medidas sería necesario tomar para compensar o minimizar sus efectos.

Molinillos, aves y paisaje

"No son gigantes, Señor Don Quijote, sino trituradoras de aves", diría hoy Sancho.

Las instalaciones para la obtención de energía eólica se van extendiendo de manera al parecer imparable por nuestras serranías y por cualquier paisaje convenientemente azotado por el viento, aunque lo sea de manera irregular o periódica; la energía que generan es intermitente y su justificación es muy discutible desde el punto de vista ambiental.

Parecería lógico que la Sociedad Española de Ornitología, una organización de orígenes verdaderamente científicos, no se haya manifestado de forma contundente para reclamar estudios detallados sobre el impacto ambiental que supone para las aves la mortalidad que sufren estas al ser engullidas y descuartizadas en pleno vuelo por los famosos molinillos.

Como demuestra la infinidad de fotografías publicadas sobre este tema, la mortalidad afecta especialmente a grandes aves veleras como los buitres, así como a grandes y medianas rapaces, diurnas y nocturnas.

Trabajé hace años en estudios de impacto ambiental relativos al efecto negativo que podían ejercer sobre el vuelo de las aves los cables para conducción de electricidad que cruzaban valles o interrumpían el trayecto migratorio. Es justo decir que las compañías eléctricas reaccionaban muy favorablemente y enterraban los trazados de cables peligrosos para las aves, asumiendo el coste económico que solía ser muy fuerte. ¿Nadie tiene nada que objetar sobre algunos bosques de molinillos elevados en rutas de importancia migratoria para los pájaros?

Seo Birdlife, internacionalización del nombre de la SEO, se ha mostrado muy beligerante contra la afición del silvestrismo y contra toda construcción o planificación que implicara peligro para las aves. ¿Por qué tal beligerancia no se extiende de manera comparable ante los bosques mortales de molinillos eólicos?

Bosques solares frente a la clorofila

La usurpación de llanuras de alto valor agrícola para la construcción de plantas solares es otro problema ambiental que solo muy recientemente ha empezado a ser puesto en cuestión, pero no por fuentes ecologistas sino por agricultores, muy justificadamente alarmados.

Al no destacar sobre el relieve del paisaje las plantas solares extensivas resultan estas menos alarmantes desde el punto de vista paisajístico, pero los agricultores del entorno que ven reducida la extensión de superficies de cultivo óptimas en las que el agro va siendo enterrado por los espejos se indignan, sin ser por lo general escuchados.

En este caso no solo queda afectada la superficie cultivable, sino también la fijación de población rural, lo que constituye un daño gravísimo para la España actual que sufre de manera progresiva el despoblamiento del campo.

Las plantas disponen de un sistema extraordinario para fijar la energía solar: se trata de la clorofila, el pigmento verde que, asociado a otros pigmentos, llamados "pigmentos antena" capta un dos por ciento de dicha energía para transformarla en fuente de producción de alimentos en el proceso de fotosíntesis. Mi sabio profesor, el Dr. Florencio Bustinza, nos decía que la fotosíntesis consistía en el "milagro de transformar las piedras en pan". Habría que añadir que el pan lo necesitamos por lo menos tanto como la energía.

La próxima crisis podría ser alimentaria

Hace ya algunos años el mito del llamado biodiesel nos vino a recordar esta necesidad de no supeditar la producción de alimentos a la energía, por importante que sea esta. La transformación de biomasa vegetal en combustible para vehículos de motor parecía una panacea energética, hasta que alguien hizo cuentas y comprendió que la renuncia a extensiones de cultivo para la producción de alimentos en superficies de producción de biomasa vegetal para biodiesel podría ser la antesala de hambrunas, claro está, para los más desfavorecidos.

No se trata de renunciar al biodiesel en aquellos países, generalmente tropicales, en que este se obtiene a partir de subproductos de cultivo como el de la caña, pero de aquí a renunciar a toneladas de girasol o cereal para consumo humano dista una abismal diferencia.

En definitiva no se trata de renunciar a ningún tipo de recurso energético, al menos hasta que esté a nuestra disposición de manera sencilla y segura la suficiente cantidad de energía procedente de las centrales nucleares de nueva generación. Es imprescindible no rebajar el nivel de exigencia de los estudios de impacto ambiental a la hora de emprender proyectos generalmente muy caros, y no siempre limpios, protegidos cuando no enmascarados, bajo el palio del "cambio climático".

Tales estudios deben incluir el coste ecológico de la producción de todas estas infraestructuras, como los molinillos y los espejos solares, así como previsiones sobre el coste ecológico del desmantelamiento, destrucción y en el mejor de los casos reciclado, de los materiales de que están formados.

No es limpio todo lo que se cubre con el paraguas de los mantras climáticos.

Miguel del Pino, catedrático de Ciencias Naturales.

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