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Antonio Robles

Señor Feijóo, sin legalidad nunca habrá cordialidad

El Sr.Feijóo es lo que parece. Habla y actúa como el catalanismo más ladino. La puntita nada más. Pero al final te ha llevado al huerto.

El Sr.Feijóo es lo que parece. Habla y actúa como el catalanismo más ladino. La puntita nada más. Pero al final te ha llevado al huerto.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene en una conferencia-coloquio organizada por el grupo Joly protagonizada por presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla en el Hotel Westin Palace en Madrid, este lunes. EFE/ Juan Carlos Hidalgo | EFE

Sopesaba en mayo pasado con precaución las primeras palabras del recién proclamado líder del PP sobre la plurinacionalidad que dieron cancha a su coordinador general, Elías Bendodo para despacharse con eso de "España es un Estado plurinacional". Acababa de estrenar la presidencia del PP y no era cosa de arremeter sin otorgarle el beneficio de la duda. ¡Y mira que apuntaba maneras!

Hemos salido de dudas. La empanada mental de la España plurinacional de Feijóo resultó ser lo que parecía. Lo acaba de dejar claro con su ausencia de la manifestación del 18-S por el derecho a estudiar en español, pero sobre todo, por sus declaraciones desde Toledo la misma tarde del evento: "Nadie, en ningún lugar de España en el que se hablen dos lenguas, tiene derecho a impedir que nuestros hijos aprendan las dos lenguas y hablen en libertad la que quieran".

La grandilocuencia del mensaje y la sobreactuación fonética con que lo teatralizó sólo subraya la cobardía que transmite y la mentira que esconde. Sr. Feijóo, nadie impide en España aprender lengua alguna, ni se le impide a la ciudadanía utilizar en su vida cotidiana la que considere más conveniente. Ese no es el problema que convocó a la ciudadanía en Barcelona el 18-S, sino el derecho a estudiar en Español, poder utilizarlo en todas las instituciones y cumplir las sentencias de los tribunales que obligan a la Generalidad de Cataluña a un 25% como mínimo. En realidad repetía el cuento del catalanismo para no respetar el derecho a estudiar en español: "Al final del sistema educativo la escuela catalana garantiza el conocimiento de las dos lenguas". En ese papel de simulador de su catalanismo constitucional, repartió culpas con una hipocresía equidistante que apesta: "Nadie en Cataluña tiene derecho a revolverse porque haya personas en Cataluña que decidan hablar en español y nadie en el resto de España tiene derecho a molestarse porque haya catalanes que decidan hablar catalán". Nadie se molesta en Cataluña ni impide a nadie hablar en catalán, Sr. Feijóo. Ni en el resto de España tampoco. Los únicos que se molestan e impiden que hablemos o estudiemos en castellano son los nacionalistas. No reparta culpas para zafarse de su responsabilidad. Rosa Cullell se lo deja claro desde ese catalanismo cordial al que usted aspira: El primer gran error de Feijóo.

Vuelta la burra al trigo con el apaciguamiento, ahora a lomos de un nuevo vocablo, la cordialidad. ¡Entérese! lo que quieren sus hipotéticos compañeros de viaje catalanistas es la eliminación del español de la vida oficial de Cataluña, y si fuera posible, borrar a sus hablantes. El resto es ceguera o complicidad.

Pero como en el país de los disparates siempre surge alguien peor que tú, salta la ministra de educación del PSOE, Pilar Alegría y el vocero de ERC, Gabriel Rufián para dejarnos sin saber si reír o llorar. Juzguen ustedes mismos.

La ministra en el Congreso dirigiéndose a la oposición: "Ustedes no fueron el domingo a Cataluña para apoyar o pensar en las familias catalanas, solo fueron con un único objetivo: arengar la división y el enfrentamiento […] y de paso alentar un enfrentamiento anticatalanista".

La primera vez que escuché el vídeo sentí una mezcla de pena y vergüenza por esta indigente intelectual. No creo que sea solo mala fe, es ante todo ignorancia. Demuestra que carece de la más mínima información del drama que están viviendo en Cataluña las familias castellanohablantes. Y se permite considerar que los 85.000 asistentes al 18-S vinieron de fuera de Cataluña, sin reparar que el resto de españoles tenían convocadas réplicas de la manifestación de Barcelona por Hablamos Español en varias capitales de España, incluida Madrid. Cosa que no impidió que algunos intelectuales dignos y políticos comprometidos acudieran a la cita. De agradecer. En cualquier caso, escuchen el vídeo de la ministra. En manos de esta okupa escolar descansa la educación de nuestros hijos. Cosas veredes, amigo Sancho.

Por su parte, el consentido Gabriel Rufián se despachaba como un verdadero mercenario tras la manifestación, con este Tuit:

Su mala fe da asco. La manifestación 18-S de Barcelona estaba convocada por 15 asociaciones cívicas catalanas, no por políticos, bajo el lema: Español, lengua vehicular. Aquí lo dejo, prefiero que escuchen las intervenciones que hicieron en el acto todos esos activistas cívicos y profesores reunidos bajo la plataforma cívica Escuela de Todos/Escola de Tothom. Si tienen algún respeto por los hechos y la verdad, ahí tienen la respuesta a este cuatrero que se mea en la tumba de sus abuelos andaluces cada día. De paso, la ministra podría documentarse con sus 6 magníficos discursos. Con precaución, no vaya a coger una indigestión de cultura cívica, ilustración y derechos civiles que podrían avergonzarla para los restos.

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