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Pablo Planas

Héroes de Irán en el Mundial de Roures, Guardiola y Xavi

Europa baja la cabeza ante los regímenes islámicos mientras que la población civil de esos países muere a manos de los guardianes de la revolución.

Europa baja la cabeza ante los regímenes islámicos mientras que la población civil de esos países muere a manos de los guardianes de la revolución.
La selección de Irán se niega a cantar su propio himno en protesta al Régimen. | EFE

"Algunos creen que el fútbol es sólo una cuestión de vida y muerte, pero es mucho más importante que eso". Tal sentencia la profirió Bill Shankly, entrenador del Liverpool entre 1959 y 1974. El interés que suscita la Copa del Mundo en Qatar confirma la máxima del legendario entrenador escocés, el mismo que mandó instalar la inscripción "This is Anfield" en el túnel de vestuarios del estadio de su equipo.

En el segundo partido del Mundial de Qatar, entre Inglaterra e Irán, el resultado ha sido de 6 a 2 a favor de los ingleses. Pero han ganado los iraníes. El capitán inglés no ha lucido finalmente un brazalete con la bandera arcoíris del movimiento LGTBI mientras que los jugadores de la selección de Irán se han negado a cantar el himno de los ayatolás a modo de protesta por la situación de las mujeres en su país. Los ingleses se jugaban una multa en forma de sanción económica o de, ojo, tarjeta amarilla al capitán al comienzo del encuentro. Los jugadores de Irán se juegan su vida y las de sus familias, amigos y conocidos. Es de esperar que algunas de esas potencias LGTBI europeas concedan asilo a los futbolistas, a su entrenador, Carlos Queiroz, ex del Real Madrid, y al resto de potenciales afectados.

Habrá quien sostenga que Harry Kane ha llevado la inscripción de "No discrimination" en su brazalete y que los jugadores de su selección se han arrodillado al comienzo del partido. Pero eso no es nada, un gesto de cara a la galería, un brindis al sol frente al acto de protesta de los jugadores iraníes y de parte de los aficionados de su país, los que han desplegados una gran pancarta y carteles con el lema "Mujer, vida y libertad" mientras sonaba la murga de los ayatolás en eso que llaman los "prolegómenos del partido".

Nada nuevo. Sin novedad en el frente. Europa baja la cabeza ante los regímenes islámicos mientras que la población civil de esos países muere a manos de los guardianes de la revolución de Jomeini porque protesta contra el asesinato de una joven, Mahsa Amini, que no llevaba el velo en las condiciones exigidas por los imanes.

Gran goleada, sí, de Inglaterra. Notable aspirante al título. Sus jugadores se habrán quedado a gusto. Cabe constatar que en Irán se cortó la retransmisión del partido en el mismo momento en el que se percibió que los jugadores de su país no entonaban el himno y que no pocos de los "supporters" iraníes lucían carteles a favor de los derechos de las mujeres mientras silbaban. Pero el resultado del partido no ayuda a la causa. O tal vez sí. Mientras los ingleses debatían sobre el brazalete arcoíris, los iraníes sopesaban los pros y las contras de protestar contra la represión en su país que ha causado cientos muertos, si no miles.

La hipocresía europea es colosal. Ninguna de las federaciones que "amenazaron" con el brazalete gay aguanta la apuesta. Inglaterra, Gales, Dinamarca o los Países Bajos, el nuevo nombre de Holanda, han renunciado al simbólico rechazo contra la vulneración de los Derechos Humanos en Qatar. En la federación española ni se lo habían planteado. ¡Qué dirían en Arabia Saudí, sede de la supercopa de la copa de la liga del rey Piqué!

En Qatar no se respetan los más elementales derechos humanos, pero fútbol es fútbol, sentenció Boskov. Y Qatar no está tan mal, según los peloteros Pep Guardiola y Xavi Hernández y el empresario mediático Jaume Roures. Ese trío ha ganado mucho dinero por blanquear el régimen qatarí. Quién no recuerda las camisetas azulgranas con la leyenda "Qatar Foundation", los pelotazos audiovisuales de Roures con los emires de Al Jazzera, las sustanciosas estancias de las viejas glorias azulgranas en el desierto qatarí, que el club París Saint Germain es propiedad de la familia que rige en el emirato o las carreras de coches, motos y camellos en Doha. Fue Xavi quien deslizó que Qatar era un país mejor que España cuando el Tribunal Supremo condenó por sedición a los golpistas catalanes. En el paraíso islámico los habrían ejecutado. La maniobra de despiste es decir que en la Argentina de Videla se celebró el Mundial del 78. Ya, y en Rusia y en China se han celebrado mundiales y Juegos Olímpicos. Asco es poco.

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