Menú
José García Domínguez

El PSOE necesita un socio, pero no a Podemos

PP y Vox no suman nada, cierto. Pero PSOE y Podemos restan, que es bastante peor.

PP y Vox no suman nada, cierto. Pero PSOE y Podemos restan, que es bastante peor.
Ione Belarra junto a Irene Montero | Gtres

Evidencia irrefutable número uno: el Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos no funcionó en el pasado, no funciona en el presente y, con toda seguridad, tampoco funcionaría en el futuro. Evidencia irrefutable número dos: resultaría metafísicamente imposible que el PSOE pudiese seguir gobernando España tras las próximas elecciones generales si no lograra, como mínimo, sellar algún tipo de acuerdo estable con otra fuerza de ámbito nacional situada a su izquierda. He ahí pues el eje de coordenadas cartesianas dentro el cual deberán inscribirse todos los movimientos estratégicos del presidente Sánchez con vistas al final de la legislatura.

Y es que, en el fondo, el problema radica en que PSOE y Podemos, hagan lo que hagan, no logran evitar que su matrimonio de conveniencia constituya un juego de suma negativa; a diferencia de lo que ocurre en la relación entre PP y Vox, que es un juego de suma cero. Vox no le aporta nada al PP por la simple razón de que todos sus votos proceden del PP. Pero, al menos, la existencia del partido de Abascal no implica quebrantos mayores para la derecha en su conjunto, toda vez que tampoco ningún voto conservador se pierde en el camino por su culpa. Sin embargo, con Podemos en el Consejo de Ministros, la cuestión resulta bien distinta en el agregado de la izquierda.

Distinta para el PSOE, porque la compañía siempre estridente del grupo de Iglesias provoca que devenga invotable para ese importantísimo 5% de electores socialdemócratas que se perciben a sí mismos más próximos al centro, los que le pueden hacer perder la Moncloa tras abandonarlo y pasarse en bloque a Feijóo. Y distinta también para el propio Podemos, que se desangra en beneficio de la abstención luego de frustrar desde el poder las expectativas generadas entre su clientela. PP y Vox no suman nada, cierto. Pero PSOE y Podemos restan, que es bastante peor. Juntos y revueltos en las ruedas de prensa de la Moncloa, los unos pierden por su derecha, y los otros por todas partes. Un mal negocio para ambos, sin duda. ¿Qué hacer? Algo, sí, se podría hacer. Pero de eso hablaremos mañana.

Temas

En España

    0
    comentarios