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Pedro de Tena

Un partido de la peor calaña que merece la censura pública

La Ley del "sí es sí" esconde una prevaricación de libro, algo que sólo puede perpetrar un gobierno controlado por un partido de la peor calaña.

La Ley del "sí es sí" esconde una prevaricación de libro, algo que sólo puede perpetrar un gobierno controlado por un partido de la peor calaña.
MADRID, 06/02/2023.- El portavoz del grupo socialista, Patxi López, y la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en el Congreso. El grupo socialista han registrado este lunes en el Congreso una proposición de ley para reformar la ley del solo sí es sí y elevar las penas a los agresores sexuales cuando actúen con violencia o intimidación, propuesta presentada en solitario tras no llegar a un acuerdo con el Ministerio de Igualdad. EFE/Daniel González | EFE

La calaña tiene mala fama en sí misma aunque signifique meramente el patrón de comportamiento de un cuál, en el sentido de un quién, su composición moral esencial, e incluso, según las hipótesis etimológicas, el tamaño de la índole constitutiva de ese alguien, quién o cuál. Por eso, hay buena y mala calaña. Pero de la buena sólo se acuerdan unos pocos clásicos, Lope de Vega y Tirso de Molina entre ellos, y una sola vez que sepamos, y muy escasos autores contemporáneos. A la mala calaña se han referido muchos, antiguos y modernos.

Pondré un ejemplo intencionado tomado de Diodoro de Halicarnaso. Trata de Marcio Coriolano, acusado por los demagogos de la plebe de buscar la tiranía cuando, según él, no se trataba de dominar al pueblo, sino que veía "con desconfianza el gobierno de los villanos, y no porque quisiéramos esclavizar a ningún romano, sino pensando que la libertad corresponde a todos, pero la dirección del Estado debe entregarse a los mejores. Al ver esto, aquellos jefes de la plebe, hombres de la peor calaña, lo primero que decidieron fue quitarnos de en medio a los que nos oponíamos más abiertamente". ¿A qué nos suena?

El espectáculo infame y amoral de la Ley del Sí es Sí esconde una prevaricación de libro, algo que sólo puede perpetrar un gobierno controlado por un partido de la peor calaña. Según se va sabiendo, la inexperta por incapaz ministra Irene Montero presentó al Congreso un texto legal envenenado por una influencia socialista reconocida (el ahora escandalosamente miembro del Tribunal Constitucional Juan Carlos Campo) que conocía las consecuencias antisociales inmediatas de su aplicación. La trampa ha surtido efecto y el desgaste político de Podemos como consecuencia de su ignorancia y estupidez es evidente.

Pero lo que ha demostrado la conducta prevaricadora ha sido la confesión de Carmen Calvo, ex vicepresidenta socialista del gobierno social-comunista cuando se presentó dicho proyecto de Ley. La egabrense de Pixie y Dixie y "el dinero público no es de nadie" ha afirmado públicamente que tanto ella como Juan Carlos Campo, exministro de Justicia, destacaron en sus "objeciones" al Proyecto de Ley de Irene Montero y su entorno podemita que podría haber consecuencias indeseables. Una de ellas, la rebaja de las penas de los agresores sexuales como consecuencia de un texto legal que podría favorecerlos.

Recogió Europa Press que Carmen Calvo dice no haber trasladado a Sánchez sus premoniciones pero añade inmediatamente después: "El presidente decide, con buen criterio (??), que si el ministro cree en su ley, la trae como quiere y las observaciones que se hacen no son de bulto mayor, que lo ve todo el mundo, hay que dejar al ministro que tire con su ley, porque en eso consiste también la responsabilidad de cada ministro". Otra Carmen andaluza, esta vez Martínez Aguayo, confesó no haber entregado a José Antonio Griñán los informes de la Intervención General de la Junta de Andalucía sobre el procedimiento de los ERE, uno de las causas por las que fue acusada y condenada por prevaricación.

O sea, que Pedro Sánchez ordenó la aprobación de una ley —si fue con ignorancia de su alcance todavía es peor—, en la que sus ministros socialistas habían detectado fallos garrafales que podían terminar, como así ha sido, en la rebaja de las penas, y suelta en algunos casos, de más de 400 delincuentes sexuales condenados. Y lo hizo para "respetar la autonomía de la ministra", dice Calvo, y, de paso, para no poner en peligro el gobierno de coalición con Podemos. Es decir, se tomó una decisión perjudicial para muchas mujeres y para todos los ciudadanos a sabiendas del daño posible y para beneficio político de un presidente y su partido. Al final, ya se sabe lo ocurrido: se está en la reforma urgente de una ley perniciosa y alarmante. No sé si será una prevaricación recogida en el Código Penal, pero desde luego está presente en todo código moral democrático.

Sí, este gobierno es de la peor calaña. Y todo lo que toca lo pervierte. Nos enteramos ahora de que el propio presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, no se quiere abstener en el tratamiento del recurso a la Ley del Aborto a pesar de que fue el autor de un informe de la Fiscalía cuando él mismo era Fiscal General. Así es su calaña, demostrada a lo largo de años y bien lejana a la idea de juez que exhibe en estas páginas Javier Gómez de Liaño.

No son los únicos motivos para la censura general a este gobierno, de la peor calaña, que sufrimos. Ahí está su corrupción galopante y sus incursiones anómalas en la vida privada, la libertad de la gente y la honorabilidad institucional. Por ello, es absolutamente necesario que en el Congreso de los Diputados tengan lugar, como exigen las formas democráticas, la presentación de una moción de censura y su exposición pública. Las descalificaciones hacia Ramón Tamames y Santiago Abascal por intentar propiciarla son mezquinas y ajenas al sentimiento general que se expresó masivamente en Cibeles el pasado día 21.

El PP y Núñez Feijoo harían bien en dejar de jugar con la paciencia electoral de los ciudadanos que le votan. Este gobierno de coalición y, sobre todo, el PSOE (Podemos no es más que su marioneta), no puede seguir mostrando su calaña siniestra ni debe hacer más daño a la Nación. ¿Quién es el "socio estratégico" de Sánchez? ¿Quiénes lo censura legalmente o quiénes se escabullen ante sus desmanes para mostrar una imagen moderada por razones políticas? Ojo al parche.

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