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David Vinuesa

Ahora también habrá que hablar del "llorón" de Simeone, ¿no?

El conjunto rojiblanco sigue en racha y además jugando un fútbol vistoso y dinámico.

El conjunto rojiblanco sigue en racha y además jugando un fútbol vistoso y dinámico.
Ahora también habrá que hablar del "llorón" de Simeone, ¿no? | EFE

La vida tiene estas cosas. Cambia todo muy deprisa. Hace nada, por ejemplo, se llamaba "llorón", "víctima" y "equipo pequeño" al Atlético de Madrid por quejarse de lo sucedido en los derbis antes el Real Madrid porque, ya saben, quejarse de los árbitros es de equipo chico salvo que tengas el monopolio de la queja. Si lo tienes, tú mandas. Si solo puedes quejarte tú, puedes llamar al Atlético equipo pequeño y llorón. Casualmente hoy día 20 de marzo de 2023, los lloros llegan desde otro sitio y claro, me pregunto yo, ¿quién es ahora el equipo llorón y pequeño? Bueno, simples preguntas que se hace uno. No me lo tengan en cuenta.

Volviendo al tema que nos trae aquí, ahora también habrá que hablar de Simeone, ¿no? Siempre me ha parecido curioso la forma de afrontar de muchas personas los buenos y los malos momentos. Los hay que cuando todo va bien, disfrutan de lo suyo y quieren hablar de ello todo el rato porque están felices y también los hay que lejos de centrarse en sus propios asuntos están todo el rato buscando la desgracia ajena para entretenerse. ¿Ganas y te entretienes con las derrotas de otros? Sí, eso pasa. Es triste, pero ocurre. Y a nivel mediático, últimamente se ha hablado más de Simeone y el Atlético que de, por poner un ejemplo así al azar, que el Real Madrid en la jornada 26 esté a 12 puntos del Barcelona. Eso, se ha ido fraguando durante todo el curso mientras el tema, otra vez más, ha sido si había que echar ya a Simeone del Atlético de Madrid. Mientras el vigente campeón liguero perdía y perdía y perdía opciones ligueras, ¿cuál era el tema de actualidad que había que tratar? Pues el Atlético y sus opciones de acabar quinto. El mal fútbol de Simeone. Joao Félix. Gil Marín y sus comunicados. Pues bien, ahora todo ha cambiado.

El Atlético ha salido de una mala racha espectacular que, cosas del destino, ha cambiado una vez finalizado el Mundial y cuando también se ha ventilado el ambiente del vestuario. Para mí son ambas cosas, no solo una, las que han cambiado al Atlético de Madrid. Porque no creo que haya sido que haya cambiado el Cholo Simeone. No le he visto cambiar su forma de trabajar desde que acabó el Mundial. El sistema tampoco es. Sigue jugando muchas veces con tres centrales y ahora parece que funciona. Igual que cuando lo hace con 4-4-2. Además de funcionar y de ganar, el Atlético está practicando un fútbol muy vistoso y muy entretenido. ¿Todo eso ha sido porque se ha echado al Cholo o porque este, de repente, ha cambiado drásticamente su forma de jugar y entrenar? La verdad es que no. Por lo tanto, habrá que hablar también de eso ahora.

Este Atlético es otro y no me vale lo de "solo tiene un partido por semana", porque hace bien poco también tenía la Copa del Rey, hasta que le dejaron, y venía jugando de igual forma. El Atlético es otro porque ahora sí todos van en la misma dirección. Ahora todo tiene color rojiblanco en ese vestuario. Se acabó eso de ponerse la rojiblanca mientras se piensa en la albiceleste, la de los diablos rojos belgas, la brasileña, portuguesa, española o francesa. Ahora todos tienen una única camiseta puesta y cuando eso pasa, el Atlético brilla. Y brilla también porque tiene jugadores que están a un nivel tremendo. Griezmann y Hermoso, este último callando la boca a todo el mundo incluyéndome a mí, están de sobresaliente y a ellos se suman un gran Llorente, la recuperación de Carrasco, la ausencia de lesiones y expulsiones de Giménez y Savic, la prestancia de Koke, los goles de Morata y Depay y también la explosión en el lateral de Nahuel Molina.

La pregunta es clara: ¿Qué hubiera pasado si este Atlético hubiese estado así desde el principio? Seamos sinceros, el Atlético se fue al carajo por la Champions. Así de claro. Esa fase de grupos mató al equipo. Mató al vestuario. Y no voy al penalti de Carrasco en el Metropolitano ante el Bayer. Voy a Leverkusen, donde ya tenía 3 puntos, tuvo ocasiones, un penalti no pitado y perdió. Ahí se asustaron y cambió. Este Atleti pelearía por todo. Con este Antoine Griezmann optaría a todo. Alguna televisión debería ofrecer el partido ante el Valencia solo desde el punto de vista de Antoine Griezmann. Solo enfocando lo que hace con y sin balón. Y eso ponerlo en un bluray y llevarlo a las academias de fútbol. Es una clase maestra tras otra de cómo ser 10, 9, 8, 7, 6, 5... de todo. Empiezo a pensar que salvo de Oblak, Antoine podría hacer de todo en el campo.

El Atlético está de dulce y no creo que sea por una revolucionaria apuesta del Cholo o porque haya cambiado muchas cosas. Ni antes era todo por su culpa ni ahora es todo bueno por su método. De hecho creo que lo único que no ha cambiado en todos estos meses es Simeone. Entonces, si él no ha cambiado ni para bien ni para mal, ¿de quién era el problema? Pues tampoco hay que ser un lince para darse cuenta, la verdad. Por cierto, todo esto que está ocurriendo no cambia que la temporada del Atlético sea muy mala, pero hombre, ya lo dije después del 6-1 ante el Sevilla, la afición colchonera tiene derecho a cenar solomillo cuando lleva todo el año pasando hambre. No le digan ahora que no puede disfrutar del momento de su equipo. ¿Quieren que lloren cuando están ganando y cuando suman en casa dos partidos seguidos con 9 goles a favor y uno en contra? Pues no. Compartan un poco el monopolio de las alegrías y las tristezas, por favor.

En fin... tranquilidad en estas semanas de parón. Ahora toca leer comunicados no oficiales, ver a España y esperar que nadie se lesione por ahí. Eso sí, si me lo permiten y ya que durante todo el año se ha hablado del Atlético para mal, ahora vamos a hablar también de lo bien que le va al equipo del Cholo. ¿Puedo? Yo creo que sí.

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