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EDITORIAL

La persecución mafiosa de García-Page a los agricultores de Castilla-La Mancha

Las presiones, amenazas y chantajes contra los representantes del sector primario retratan el autoritarismo del personaje y de los que lo rodean.

La posibilidad cierta de perder el poder está llevando a algunos dirigentes socialistas a comportarse de una manera indigna con aquellos ciudadanos e instituciones que estorban a sus intereses partidistas.

Uno de los casos más flagrantes es el contencioso abierto por Emiliano García-Page contra los defensores de la agricultura ecológica de su comunidad autónoma, a los que su Gobierno trata de amedrentar y silenciar para evitar un escándalo en la recta final de estas elecciones, en las que el presidente socialista se juega su futuro político.

Todo obedece al brutal recorte a las ayudas a la agricultura ecológica perpetrado por el Ejecutivo socialista castellano-manchego tras la derrota de la popular María Dolores de Cospedal, un asunto por el que los afectados acaban de presentar una querella contra el consejero de Agricultura de García-Page ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

Los agricultores y ganaderos ecológicos denuncian una campaña de coacciones y amenazas por parte de dirigentes de la administración regional, que habrían enviado inspecciones injustificadas y abierto expedientes sancionadores sin más motivo que el de obligarles a desistir de sus denuncias. Los representantes de los afectados por esta operación de acoso ofrecieron ayer una rueda de prensa, que contó con el respaldo de los miembros de sus ejecutivas nacionales, en la que anunciaron su decisión de dar la batalla legal hasta el final, cueste lo que cueste. El coordinador estatal del sector primario afectado, Luis Cortés, afirmó que: "Si el señor presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el señor consejero o cualquier político de cualquier administración no está de acuerdo con nosotros, que se defienda en los medios de comunicación o en los tribunales, pero bajo ningún concepto vamos a permitir que se nos pueda intentar hacer un daño económico, un daño a nuestra imagen o incluso a lanzar amenazas". El dirigente agrario anunció la presentación de querellas criminales "contra todo aquel que se atreva a amenazarnos por el simple hecho de defender la agricultura en Castilla-La Mancha".

Las presiones, amenazas y chantajes del Gobierno de García-Page contra los representantes del sector primario que trabajan en productos ecológicos son un escándalo que retrata el autoritarismo del personaje y de los que lo rodean. La opinión pública castellano-manchega hará bien en tener en cuenta estos rasgos dictatoriales del personaje, dispuesto a utilizar la legislación sectorial y los fondos públicos para castigar a los que no se someten a sus dictados, como ocurre con los productores agrícolas y ganaderos de esa región, caracterizada precisamente por la excelencia de su producción agroalimentaria y ganadera.

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