
Reconozco que he dudado en decidir el título de estas líneas, y lo he decidido a sabiendas de que me arrepentiré en más de una ocasión. Es más, no lo tomen a broma, pero entre nosotros les diré, que ya estoy arrepentido.
¿Por qué un arrepentimiento tan súbito? Porque soy consciente de que hacer referencia al seno familiar, implica un alto riesgo, sobre todo cuando, en mi interior, creo que el concepto de familia de la ministra Irene Montero, difiere, no digo si para bien o para mal, del mío propio.
En mi concepto de familia, resplandece la causa de su origen, es decir, el amor entre un hombre y una mujer, con compromiso de permanencia –toda la vida–, lo que implica respeto mutuo, ayuda recíproca… [mayor ilustración en San Pablo, I Corintios 13, 4-7] además del compromiso con la comunidad, para su pervivencia –si es posible– mediante la procreación, crianza, educación y formación de los hijos, para conformar una sociedad mejor.
En esta familia no hay espacio para el cálculo económico, para la contabilidad de esfuerzos o dedicaciones, en términos de horas, o de aportaciones productivas, por lo que me parece ofensiva, para la institución familiar, la APP de la ministra Montero, esperando que la inutilidad de la misma sea su mejor retribución.
¿No hubo causa suficiente para su cese como ministra del Gobierno Sánchez, tras su obra magna de la ley del "sólo sí, es sí", con la que ha conseguido la excarcelación de 117 condenados y la reducción de condenas a otros 1.155 condenados por delitos de violencia sexual? ¿Había que pagar un sueldo para esto?
En un Gobierno débil, puede pasar de todo; hasta la malversación que supone pagar sueldo tan cuantioso, que ya decidirán ustedes, queridos lectores, el bien que ha supuesto, para el pueblo español, su nefasta obra legislativa.
Pero está claro que la debilidad no tiene fácil enmienda. Por ello sigue en su puesto, con su retribución, para ahora crear –mediante el pago de unos 200.00 euros a Wairbut, S. A.– una aplicación informática: la APP MeToca.
Dicha aplicación pretende que, las parejas, supuestamente carentes de conocimiento e iniciativa, además de incapaces para gobernar sus relaciones, dejen constancia informatizada de su participación horaria en las tareas varias, dentro y fuera del hogar; supongo que como prueba de incumplimiento, en caso de pleito.
Pero ¿se puede permitir semejante desvarío? El gobierno regulando cómo deben controlarse los acuerdos entre la pareja, caso de haberlos. Debo suponer que, tratando de evitar espacios silentes, se especificarán los tiempos dedicados a yacer juntos, que constando en las dos APP’s de la pareja, se entenderán consentidos fehacientemente, evitando así relaciones presuntamente delictivas.
Sinceramente, o el pueblo español se ha vuelto loco, o, quien no rige –por carencia de todo– es el gobierno que, con su interferencia, no deja de incomodar, en lugar de gobernar.
Si viviera en pareja –vivo, desde hace 56 años, en matrimonio, sin APP– me sentiría ofendido y humillado por la última ocurrencia de este desdichado gobierno.
Y, dónde está el Presidente; esperando ser investido.