
Recuperamos por su interés informativo tras la victoria de Javier Milei en Argentina este artículo de Federico Jiménez Losantos publicado orginalmente el 14 agosto de 2023.
El impresionante éxito de Milei y sus grandes candidatos –Píparo, Marra- es la primera gran noticia para la causa de la libertad en el mundo, sobre todo tras las últimas elecciones en España, que nos dejan a merced de terroristas probados y golpistas entusiastas, sin olvidar al traidor Sánchez.
Que Argentina, después de un siglo largo de intervencionismo, de él, tres cuartos de peronismo con alguna que otra violenta interrupción, no tiene remedio es algo que creen, en primer lugar, los propios argentinos. Ocho de cada diez jóvenes se irían de su país si pudieran. La razón, en un país que se cree rico y tiene un 40% de pobres (10%, indigentes) y un 130% de inflación, que para las elecciones de noviembre, bordeará la hiperinflación: el dólar blue está por encima de los 600 pesos) es la desesperanza en un país acostumbrado a un régimen de subsidios o paguitas por culpa de una casta política criminalmente corrupta y demagógica hasta la náusea.
Toda la basura ideológica podemita del gobierno Sánchez es kirchnerista. Los mejores amigos y asociados de la Gran Ladrona son los socialistas y comunistas españoles, de Garzón a Zapatero, de Sánchez a Yolanda Díaz y de Iglesias a Irene Montero, pasando por Monedero, Lastra y demás patulea del Cartel de Puebla, antes Foro de Sao Paulo y, antes, Komintern. La ideología de género va de la Payasa Filomena a Ione Belarra. Y es triste constatar que le ha sido más difícil a Cristina, tras el asesinato de Nisman, corromper a la Justicia argentina que Sánchez y Zapatero a la española.
Pero la causa de la libertad es la misma. Y nadie que ame la libertad y a la Argentina habrá dejado de emocionarse por ese voto de confianza que los electores han dado a La Libertad Avanza, personificada en Javier Milei.
Sigo a diario las noticias de allá, normalmente a través de La Nación, aunque la campaña abyecta de algunos de sus comunicadores –Canosa, Novaresio, Majul, Leuco y algún obcecado que espero arrepentido ya- me ha hecho migrar a otros canales. La ferocidad de los bulos y calumnias ha sido mayor de la que aquí padecen, cuando no ejecutan, los de Vox. Y por cierto, que el antiliberal y proteccionista Buxadé, no presuma del éxito de Milei, que representa exactamente lo contrario: la apertura de fronteras, el fin del proteccionismo a "sectores estratégicos" y de la soberanía de la moneda, el peso, que piensa sustituir por el dólar, una vez liquide la ruina del Banco Central y lo cierre, entre un año y año y medio. ¿Alguien se imagina a Buxadé cambiando el euro por el dólar y no por la peseta? Pues esa es la diferencia entre el Vox-Dei y La Libertad Avanza de Javier Milei.
Se dice que Milei está loco. Hay que estarlo para creer que Argentina tiene remedio. Pero los argentinos han llegado a esa conclusión: sólo un loco se atreverá a desmontar este enorme tinglado que nos ha sumido en la miseria.
Los medios ultrasanchistas como El Ultrapaís, blanqueadores de etarras y golpistas, y los plumíferos kirchneristas emboscados en El Mundo y otros medios supuestamente de derechas hablan del "voto bronca" a Milei. Pero yo he seguido los programas de todos los candidatos y el único con un plan económico de verdad a largo plazo es Milei. El único creíble para luchar contra la inseguridad en las calles es el partido de Milei. El único que habla de un resurgimiento de Argentina como potencia en 35 o 40 años, no en un día, es Milei. El que habla del sacrosanto respeto a la propiedad es Milei. El que se dice hijo de Alberdi y discípulo de Benegas Linch Jr. es Milei. El que habla de la inmoralidad del déficit presupuestario es Milei. El único que no separa libertad económica y política y deber moral es Javier Milei.
¿Cómo no sentir nuestro su triunfo? ¿Cómo no esperar que llegue en noviembre a la presidencia o, al menos, al gobierno de Argentina? ¿Cómo no creer que, si hasta Argentina parece resucitar, España también puede hacerlo. ¿Difícil? Sin duda. Pero si Argentina puede, nosotros también.
En su honor, el de Victoria Villarruel y tantos amigos argentinos que rinden culto a la dignidad de todos los seres humanos ¡Viva la Libertad, carajo!