Siguiendo el lenguaje cervantino, me atrevo a decir que "a calderadas". Realmente la veíamos muy remota, de aquí nuestra tristeza. Una evidencia que da al traste con las esperanzas de muchos europeos, cuyo refugio era, que en la U. E. no tendrían cabida los trapicheos y manipulaciones, habituales en algunos gobiernos.
Que la gestión del gobierno Sánchez es un absoluto desastre, pocos pensarán lo contrario, y, muy pocos, se atreverán a publicitarlo. ¿Cabe más ignominia, más humillación, más amordazamiento?
Los que quedamos fuera de ese grupo de fieles en extremo, estamos perplejos de las proclamas presidenciales, seguidas textualmente por las ministeriales, considerándolas insultos públicos a una nación, la española, que aspira a vivir en una democracia que se caracterice por el orden, el bien, la verdad y la libertad.
Esto, hasta no hace mucho, y aún disculpando algunas componendas, nos permitía soñar en una Europa que, frente a los intereses electorales en el interior, reconocería la verdad de los hechos, para un objetivo: poderlos evidenciar y mejorar.Nunca esperamos otra cosa de la Comisión, distinta a reconocer públicamente la verdad, y actuar en consecuencia; sin benevolencia, y sin ensañamiento.
Pero, señora Presidenta de la C. E. ¿trataba usted de favorecer a España, exonerándola del Procedimiento de Déficit Excesivo, cuando el último déficit contabilizado (año 2023), alcanzaba el 3,6% del PIB? Sinceramente, flaco favor ha hecho usted a España y a los españoles.
El resultado inmediato ha sido la euforia del Presidente Sánchez por su peso en Europa y por la decisión de la Comisión evitando el Expediente. El resultado último, y tendremos ocasión de hablar de ello, será, como viene siendo, una mayor relajación en la disciplina financiera.
Además, el déficit se puede maquillar retrasando el cumplimiento de obligaciones. Así, en 2024, hay algunas Comunidades Autónomas que aún no han recibido nada, de aquellos 154.467 millones de euros, que el Estado anunció, en diciembre de 2023. Hablamos pues, de seis meses de retraso; también de otros retrasos, como los derivados de laudos arbitrales contra España, por demandas de Empresas energéticas.
Si el límite, establecido por la UE, de déficit público es el 3,0% del PIB, no importa en cuanto se haya excedido, y si añadimos que, siendo el límite de Deuda Pública el 60,0% del PIB, excediendo España el 100,0% del PIB –resultado delincumplimiento en el déficit–, no es fácil entender su omisión, ni de dónde su optimismo, esperando una solución sin medidas punitivas.
Tampoco es fácil entender que mencione como problema que, el desempleo en España sea el 12,0%, cuando, qué más quisiéramos los españoles. Es cierto que EUROSTAT lo cifra en el 12,2%, pero al dato añade una nota a pie de página (d) que expresa una anomalía: "Definition differs", indicando que el dato español no es comparable con el resto de la tabla.
En fin, señora Presidenta, lo incomprensible de su bondad, ha sido interpretada por algunos, como la del político pendiente de reelección, como era el caso, y así fue. Yo, preferí pensar, que se debía a un déficit de información.

