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"Primero nos pagas, luego alimentas a tus hijos": la segunda violación de Ucrania

Esta es la secuencia de un chantaje. El de la Administración Trump al pueblo de Ucrania, a sus Fuerzas Armadas, a su Gobierno legítimo.

Esta es la secuencia de un chantaje. El de la Administración Trump al pueblo de Ucrania, a sus Fuerzas Armadas, a su Gobierno legítimo.
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Esta es la secuencia de un chantaje. El de la Administración Trump al pueblo de Ucrania, a sus Fuerzas Armadas, a su Gobierno legítimo.

3 de febrero. Mientras firma órdenes ejecutivas delante de los periodistas desparramados en el Despacho Oval, Trump se queja de que Estados Unidos ha enviado más ayuda militar y económica a Ucrania que sus socios europeos. "Estamos buscando hacer un acuerdo con Ucrania donde ellos asegurarán lo que les estamos dando con sus tierras raras y otras cosas".

7 de febrero. En declaraciones a Reuters, Zelenski reconoce que "los estadounidenses fueron los que más ayudaron y, por lo tanto, deberían ser los que más ganen. Y deberían tener esta prioridad, y la tendrán". Insiste en la necesidad de concretar garantías de seguridad para Ucrania.

11 de febrero. Trump es entrevistado en la cadena Fox. En el minuto 20 se refiere al dinero gastado en Ucrania: "Probablemente 350 mil millones de dólares". Quiere recuperarlo. Unos minutos después pone la cifra. "Les dije que quiero el equivalente a 500 mil millones de dólares en tierras raras. Y básicamente aceptaron hacerlo, así que al menos no nos sentimos estúpidos".

12 de febrero. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, llega a Kiev. Entrega un borrador de acuerdo y exige que se firme sin demora. Zelenski gana tiempo: "Quiero que nuestro equipo trabaje en este documento. Lo hemos recibido hoy. Haremos todo lo posible para que nuestros equipos puedan ponerse de acuerdo y firmarlo rápidamente".

15 de febrero. Conferencia de Seguridad de Múnich. Zelenski afirma que el acuerdo es impreciso. "No hay garantías de seguridad". Necesitan que la protección frente a Rusia se asegure, que se explicite y que el acuerdo resulte positivo para ambos países. "Estos recursos no son míos, son de nuestro pueblo", afirma y asume la decisión: "No permití que los ministros firmaran el acuerdo porque, en mi opinión, no está preparado para protegernos a nosotros, a nuestros intereses".

17 de febrero. El periódico londinense The Telegraph publica el documento que Zelenski no firmó. "Las exigencias de Trump equivalen a una parte del PIB ucraniano mayor que las reparaciones impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles de 1919. Son peores que las sanciones económicas a Alemania y Japón tras su derrota en 1945. Es una colonización económica perpetuada legalmente", afirma el periódico. El acuerdo abarca el "valor económico asociado a los recursos de Ucrania, incluidos los recursos minerales, los recursos de petróleo y gas, los puertos, otras infraestructuras…", y establece que "se regirá por la legislación estadounidense, sin tener en cuenta los principios de conflicto de leyes". EE.UU. se queda con el 50% de los ingresos que reciba Ucrania por la extracción de recursos y con el 50% del valor financiero de "todas las nuevas licencias concedidas a terceros". Habrá "un derecho de retención sobre dichos ingresos. Esa cláusula significa ‘páganos primero y luego alimenta a tus hijos’, dijo una fuente cercana a las negociaciones", afirma The Telegraph, que concluye: "Parece haber sido redactado por abogados privados, no por los departamentos de Estado o de Comercio de EE.UU.".

A finales de septiembre del pasado año, el presidente Zelenski le presentó al entonces candidato republicano su Plan de Victoria. Proponía una participación directa de los americanos en la explotación de tierras raras y otros minerales críticos. No podía imaginar que meses después sería tratado como un Estado agresor que ha sido derrotado en guerra.

18 de febrero. Trump estalla en colera. Ucrania no firma la capitulación. Por la noche, ante los medios, lanza un duro ataque contra Zelenski: "Un dictador sin elecciones". Y le acusa: "Él ha hecho un trabajo terrible, su país está destrozado y millones han muerto innecesariamente".

19 de febrero. De la colera al chantaje. Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, llega a Kiev. "Los negociadores estadounidenses que presionan para obtener acceso a los minerales críticos, plantearon la posibilidad de cortar el acceso del país al vital sistema de internet por satélite Starlink de Elon Musk. La amenaza volvió a surgir en las conversaciones con Kellogg, quien se reunió con Zelenski y otros funcionarios ucranianos el 20 de febrero". La filtración la publica Reuters —citando "tres fuentes familiarizadas con el asunto"— el 21 de febrero, una semana antes de la encerrona en el Despacho Oval. "Una fuente dijo que la pérdida del acceso a Starlink sería devastadora para Ucrania", añadía la agencia de noticias.

26 de febrero. Antes de viajar a su encuentro con Trump, Zelenski admite que el acuerdo no contiene "pasos concretos sobre seguridad". La CNN publica el borrador del texto. Estados Unidos "apoya los esfuerzos de Ucrania para obtener las garantías de seguridad necesarias para establecer una paz duradera". Una declaración que no dice ni compromete a nada.

28 de febrero. Un periodista sicario, un sedicente vicepresidente y un sátrapa intentan humillar al presidente de Ucrania. A sus Fuerzas Armadas. A sus muertos. Zelenski debe elegir entre que se consume la violación de su país por el Ejército Rojo o la violación económica por el que creía su aliado. No lo hace.

3 de marzo. A última hora del lunes se comunica que se suspende toda ayuda militar a Ucrania. "Es una respuesta directa" a lo que Trump considera "un mal comportamiento de Zelenski".

5 de marzo. Tras la suspensión de la ayuda militar, continua el chantaje. El viceprimer ministro polaco Krzysztof Gawkowski advierte a Elon Musk: "La cancelación del acceso a Starlink para Ucrania provocaría una crisis internacional entre Polonia y Estados Unidos. No puedo imaginar una situación en la que las relaciones comerciales entre nuestro país y una empresa estadounidense se interrumpan de repente". Polonia paga el coste del acceso de Ucrania a Starlink y ha proporcionado la mitad de todos sus terminales, totalizando más de 20.000 desde 2022.

El próximo 18 de mayo se celebran elecciones presidenciales en Polonia. La campaña en redes de acoso al Gobierno ha comenzado. ¿Recuerdan ustedes la que le organizó Elon Musk al premier británico Keir Starmer? Por favor, no vuelvan a morder el anzuelo.

¿Es honorable tratar a una nación mártir como lo están haciendo Trump y sus acólitos? ¿Quién ha mantenido el frente de batalla de las democracias liberales ante el totalitarismo con un impagable sacrificio durante tres años? ¿Quién tiene una deuda con quién?

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