A Peces Barba le han llamado de todo. Lo más suave lo he oído siempre en las manifestaciones democráticas contra el terrorismo; lo más fuerte, en las reuniones semi-públicas o, según se mire, semi-privadas de los españoles con "estudios", vamos, en los corrillos de las redacciones y de las universidades. Incluso algún malvado le ha llamado el hombre versátil. Lo acusan de ejercer tres cargos, o quizá más, a la vez, pero no darse por aludido. Es la dejadez y chulería del hombre que tienen una alta consideración de sí mismo. Otros, todavía más perversos en sus valoraciones, lo han tildado de un hombre bueno, el mejor, el jefe de todos los buenos. Es el buenísimo. Cuando el homenaje a Carrillo, él no hizo otra cosa que oficiar de gran sacerdote, o mejor, de gran chamán-hechicero, que arroja a las tinieblas a los malos, malísimos, entre ellos a los del PP.
Pues bien, este hombre, que jamás ha entendido que alguien hable de los derechos humanos sin haber leído alguno de sus "trabajos", tiene la gran oportunidad de consolidar su personal e intransferible personalidad que, aunque está lejos de ser voluble e inconstante, siempre ha sido adaptable a lo que le ha pedido su partido. Peces Barba es, por encima de otras consideraciones, un hombre de partido con mucho pasado, sí, por delante. Valga esta paradoja, porque creo que refleja muy bien a un hombre del pasado para diseñar un simulacro de futuro. Es el candidato ideal del PSOE para Madrid. Todo en él es simulacro. Impostura. Es el hombre de partido. Es el hombre adaptable a muchas cosas a la vez. Es, permítanme el vocablo, el hombre compatible del socialismo.
De hecho, en su vida nunca ha habido incompatibilidades. Es, ya digo, rector de una Universidad a la par que secretario de Estado y todos tan felices. Es secretario de Estado como Alto Comisionado dimitido, pero tarda no sé cuantos meses en dejar el cargo. Este hombre es una caja de sorpresas, se mire por donde se mire, pues estoy convencido de que es uno de los inspiradores del Código del Buen Gobierno, que todos los socialistas citan y nadie cumple. Él es "ejemplo" de socialismo en el poder.
Es el momento ideal para que Peces Barba eternice su pasado. Nadie mejor que este hombre hallará el PSOE para la candidatura a la alcaldía de Madrid. Valores tendrían otros candidato socialistas, pero como Peces Barba ninguno. Tiene todo lo que caracteriza a su partido. Es el mejor cartel electoral del PSOE para la capital de España. Tiene, sobre todo, pasado. Pasado antifranquista. Pasado cristiano. Pasado de abogado defensor de etarras. Pasado de presidente de las Cortes. Pasado de secretario de Estado, o mejor, Alto Comisionado para las Víctimas... Y muy pronto, tendrá pasado de profesor, pues que se jubilará como jefe de la cosa de Getafe y sus alrededores. O sea, será Viejo Profesor. Este hombre lo tiene todo para seguir la tradición socialista. Alguien ya ha empezado a escribir un libro tituladoDel simulacro de Tierno al de Peces Barba.