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Agapito Maestre

Evo Morales legitima a Zapatero

La izquierda española no legitima al comunismo castrista sino es ella quien se legitima en el horror comunista.

Aunque algo había cambiado durante la etapa de Felipe González en el poder, lo cierto es que la izquierda española en general, y el PSOE en particular, cada vez creen menos en la democracia. Ésta es sólo una vía retórica para imponer un régimen intervencionista y, llegado el caso, totalitario. Su reflexión sobre la democracia no está estancada sino en aguas fétidas. Todo es propaganda, engaño y mentira. El ejemplo que está dando el PSOE, en los dos últimos años, de cambiar el modelo democrático actual a través de un cambio fraudulento de la Constitución, que no otra cosa es la vía de la "reforma de los Estatutos de Autonomía", es sólo uno de los muchos que pueden darse sobre esta forma de entender la "política" negando a la oposición, a la mayoría de los españoles.

Otro ejemplo es su comportamiento ante el proceso de nacionalización y expropiación de los hidrocarburos impuestos por el Gobierno del Buen Salvaje de Bolivia, que afecta a los intereses nacionales de España. En ese proceso, desgraciadamente, halla su "legitimación" el Gobierno de España. La cosa es así de dura y trágica, y así hemos de contarla. Quienes dicen lo contrario se equivocan. Muchos analistas están resbalando. Desde el punto de vista económico, son demasiados los publicistas, sin duda alguna de buenas intenciones, que critican la debilidad y la incapacidad del Gobierno español para defender nuestros intereses en Bolivia. También hay analistas políticos que creen que la política exterior española ha sido derrotada por una nación gamberra que, junto a Venezuela, Cuba e Irán, quieren molestar e incluso cambiar ciertos equilibrios de la política internacional.

Sin embargo, me parece que este tipo de análisis es errático, porque juzga intenciones, no realidades. Creen que Zapatero y los suyos buscan exportar la democracia, el régimen de libertades, la separación de poderes y la vía de la liberalización económica, o sea, el capitalismo, como la mejor forma de emancipación de los seres humanos. Falso. ¿En qué cabeza cabe que eso lo haga el gobierno que busca su principal antecedente en el pasado incivil de la Segunda República y la Guerra Civil? No seamos ingenuos. El Gobierno Zapatero en particular, y la izquierda española en general, hace tiempo que dieron un paso atrás y están olvidando que, hoy por hoy, sin libertades económicas no hay democracia y viceversa.

Por todo eso, nunca dejaremos de insistir en que el modelo cubano-venezolano-boliviano no necesita el apoyo del Gobierno español, sino que éste busca allí su legitimación. En otras palabras, no duden de que Zapatero admitiría sin pestañear las siguientes palabras: "Compañeros: la propiedad privada es la fuente de los males de Bolivia. Para usar la expresión de un gran filósofo: la propiedad privada es el resultado de la explotación de los débiles por los fuertes. ¡Abajo la propiedad privada! ¡Abajo los propietarios! ¡Basta de explotación del hombre por el hombre!" Son palabras emitidas en el altiplano boliviano por Manuel Belzu, presidente de Bolivia, uno de los antecedentes más brutales y grotescos de Evo Morales.

Por lo tanto, repitamos lo dicho otras veces, la izquierda política española es tan descerebrada que no da legitimidad a nadie, sino que busca su legitimación en naciones veterocomunistas y totalitarias. El problema es así de sencillo. La izquierda española no legitima al comunismo castrista sino es ella quien se legitima en el horror comunista. La cosa es terrible pues, como dijo Virgilio, "la bajada al Averno es cosa fácil, pero volver el pie atrás y salir a la felicidad de la vida, eso es lo trabajoso".

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