"y es que en medio de algaradas y conflictos es el peor el que más puede: la paz y la calma necesitan de honradez" Tácito, Historias V. 1.
"y es que en medio de algaradas y conflictos es el peor el que más puede: la paz y la calma necesitan de honradez" Tácito, Historias V. 1.
En su artículo de hoy hace usted referencia, con toda razón, a la corrupción de los partidos políticos y de la sociedad. Pero en España la corrupción se extiende más allá. Además de la corrupción que usted cita existe la de los medios de comunicación, periodistas vendidos ideológica y económicamente a esos partidos políticos, al Gobierno o a grandes empresas; la de Organismos del Estado que deberían ser independientes y no permitir que se ensuciaran sus togas con el polvo del camino; la de sindicatos que no defienden otra cosa que liberarse del trabajo para vivir rascándose la barriga como “liberados” a costa de subvenciones que pagamos todos los españoles que pagamos impuestos; y, sobretodo, la del Gobierno: por dejación de sus funciones en combatirla, por propiciarla, y por corrupción directa -llevamos dos días desayunando con la noticia de que el ministro de Fomento, José Blanco López (“Pepiño” para entendernos), ha podido recibir una importante suma de dinero de un empresario a cambio de “favores ministeriales” (según declaración ante el juez del empresario), reforzada esta acusación con el hecho de que el ministro fuese a entrevistarse con el empresario, en su coche oficial, en una gasolinera-.
La sociedad española es corrupta. Si. Pero porque así la han hecho quienes la dirigen.
¿Puede todavía quedarnos la esperanza de que sea posible una regeneración política y social en España? Difícil es, pero, en parte, en nuestras manos está.
Virholmes, 05/10/2011.