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Agapito Maestre

Policía política

Un futuro historiador de la sedicente democracia española estudiará este desmontaje recurriendo a fuentes diversas, pero jamás podrá dejar de estudiar cuál fue el rol que desempeñó la policía.

Es imposible analizar el desmontaje del Estado de Derecho llevado a cabo por Zapatero en los últimos seis años sin la colaboración de un sector de la policía. Un futuro historiador de la sedicente democracia española estudiará este desmontaje recurriendo a fuentes diversas, pero jamás podrá dejar de estudiar cuál fue el rol que desempeñó la policía, o mejor, un sector de los Cuerpos y Fuerza de Seguridad del Estado en acontecimientos trágicos, como el del 11-M, u oscuros y atrabiliarios, como el del chivatazo del caso Faisán.

Quizá también ese futuro historiador tenga que recurrir a la lectura de las notas a pie de página surgidas en los grandes casos de corrupción de las últimas décadas, por ejemplo el caso Gürtel, para hacerse cargo de la injusticia que supone verter juicios generales de carácter despectivo sobre la policía, cuando sólo son culpables determinados grupos; naturalmente, el futuro historiador de la muerte de la democracia española tendrá que evaluar las declaraciones contundentes de Francisco Álvarez-Casco sobre ese "grupo de policías-políticos", al servicio de Rodríguez Zapatero, que quisieron implicarle en una trama de la que él estaba bastante lejos; incluso ese futuro investigador de la muerte de la democracia española tendrá que leer columnas del tipo de las de Ignacio Cosidó, en este periódico, sobre la "politización de la policía" –por cierto, no entiendo por qué Cosidó titula así a su columna, pues que de su lectura se deriva de que dentro de la policía hay más que politización, sí, hay una trama corrupta.

En fin, nuestro futuro historiador tendrá que recurrir de vez en cuando a esas fuentes para analizar cómo un sector de la policía ha estado implicado en el desmontaje de la democracia, pero, seguramente, existe un tipo de trabajo histórico ineludible. En efecto, si un futuro historiador de la degradación de la democracia española quiere llevar a cabo su trabajo con decencia, tendrá que recurrir a algunos historiadores de la España contemporánea. Destaca, entre todos ellos, la obra de Pío Moa y, muy especialmente, su último libro Nueva Historia de España. Imposible será, en efecto, comprender el papel de la policía política en el desmontaje del Estado de Derecho sin haber leído su último capítulo. Involución es su título. He aquí una síntesis precisa para entender en qué circunstancia "resurgió" una policía política en España, como la de las peores etapas de la dictadura.

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