Se acabó, la suerte ha quedado echada. Todos los intentos resultaron baldíos y el ganador de la Orden de Mérito, el héroe de la última Ryder Cup, se ha impuesto en el Andalucía Valderrama Masters. Graeme McDowell supo aguantar contra viento y marea, y nunca mejor dicho. El dios Eolo se había aliado a primera hora de la mañana con nuestro Pisha, pero él no supo o no pudo corresponderle.
Valderrama amanecía como todos los aficionados esperábamos, con un día de amenaza de lluvia y viento claro de poniente con fuerza y sin pausa, dejando claro que sólo los campeones llegarían al final con opciones de triunfo. Miguel Ángel Jiménez ponía su calculadora en el tee del hoyo 1, pero la primera suma no concordaba con lo pretendido y el de Churriana se anotaba un bogey en su tarjeta que le colocaba en clara desventaja con sus enemigos deportivos.
Mientras, sus contrincantes no cedían y las inclemencias climatológicas dificultaban la tarea. Parecía que los irlandeses se habían aliado con el viento, en contra de los aficionados, que desde el primer golpe jaleaban y apoyaban hasta la extenuación a Jiménez. Hemos visto a los miembros de su peña disfrazados con pelucas, bigotes y banderas andaluzas, con la inscripción de "Viva Churriana", pero ni con eso lograron que el Pisha se metiera de lleno en la lucha por el título del Andalucía Valderrama Masters, que en esta primera edición ha reunido todos los ingredientes que un torneo de este nivel puede desear. Esto es: público, un campo en perfectas condiciones, una nómina de jugadores de primerísimo nivel y grandes premios.
Sólo faltaba un ganador que fuera de los nuestros. Y esta última premisa fue la única que no se cumplió. Ganó un irlandés, McDowell. Un jugador que, según sus propios compañeros, lo ha merecido con creces tras una gran temporada que incluye hasta la Ryder Cup pasada, en la que resultó ser el autentico héroe de la armada europea, anotando el punto definitivo que nos dio la victoria.
No debemos dejar pasar la oportunidad para realizar una mención especial a este escenario, el Valderrama Golf Club, que ha respondido a todas las expectativas, dificultando el juego, exigiendo el máximo a todos y cada uno de los jugadores, penalizando todos los errores y dejándose mecer en manos de sólo cuatro golfistas. Sí, sólo cuatro jugadores de una nomina de 96 –están leyendo bien– han conseguido terminar bajo par el campo tras cuatro jornadas, y el campeón sólo ha conseguido arrebatarle cuatro golpes, uno por día.
¡VIVA EL GOLF! –escrito así, con mayúsculas– y un "hurra" con todas nuestras fuerzas a los preparadores de este escenario, que ha significado un antes y un después de cómo preparar un campeonato de este nivel. Se bajó el telón de esta edición del Andalucía Valderrama Masters. Que se inicie la preparación de la segunda edición, que los próximos doce meses pasen rápido y que volvamos a disfrutar de un golf de primerísimo nivel en un escenario perfecto y ante un público como siempre ESPECTACULAR –también con mayúsculas–.