Menú
Alberto Míguez

A nadie le importa

Seguramente lo más sorprendente y doloroso de la guerra en Palestina (no hay otra denominación para lo que está sucediendo allí ahora) es la creciente indiferencia de la comunidad internacional y, especialmente, de Estados Unidos y de Europa.

Días pasados las fuerzas armadas israelíes desencadenaron la mayor operación militar desde que se inició hace año y medio la Segunda Intifada contra la localidad de Ramala. Muy pocas voces se elevaron para condenar la acción como había sucedido en ocasiones anteriores. No hubo siquiera las protestas pro-forma de los gobiernos de la UE. Ni siquiera la ONU levantó la voz.

¿Se habrá acostumbrado la comunidad internacional a este permanente y sangriento goteo de muertos y heridos a un lado y otro de la simbólica frontera que separa a los dos pueblos? En todo caso si alguien saldría perjudicado por esta indiferencia planetaria serían los palestinos.

Hay razones, sin embargo, que explican el silencio de gobiernos y opiniones públicas. La locura terrorista de los hombres-bomba palestinos y las manifestaciones posteriores celebrando la inmolación de los supuestos “mártires” con el consiguiente saldo de inocentes muertos en lugares que nada tienen que ver con el ejército o la policía israelíes, ha desacreditado la causa palestina. El padre que se ufana porque su hijo ha saltado en pedazos en un café de Jerusalén y que anima a sus otros descendientes (seis) a que lo imiten o los siniestros vídeos de quienes van a morir animando a sus compatriotas para que hagan lo mismo, constituyen un gravísimo error estratégico de los dirigentes palestinos cuyo crédito internacional hace aguas cada vez que se producen estos crímenes irracionales. Tal vez Arafat y sus colaboradores no lo entiendan así, pero del descrédito progresivo nace esta degradación moral colectiva.

Por otra parte – y ahora que se cumplen los seis meses del horror de las Torres Gemelas- ¿cómo explicar las escenas de júbilo en Gaza y Cisjordania, los bailes y abrazos de niños y adultos antes aquel hecho que horrorizó a todo el mundo? Aquellos excesos forman parte del museo universal de la infamia y serán difíciles de olvidar. Eso explicaría –aunque no lo justifique- que cuando los tanques de Tsahal entran en Ramala a cañonazo limpio el mundo mire hacia otro lado.

© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Internacional

    0
    comentarios