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Alberto Míguez

Es urgente saber qué pasó

Si, como aseguran algunas agencias informativas y medios audiovisuales, los terroristas que asesinaron a los agentes del CNI y a su jefe a treinta kilómetros de Bagdad iban a tiro fijo y sabían contra quienes disparaban, hay razones más que suficientes para investigar a fondo y con urgencia lo que verdaderamente sucedió para aplicar también cuanto antes medidas para evitar que algo semejante se repita en el futuro. Llueve sobre mojado: cuando fue asesinado el también agente del CNI, José Antonio Bernal, se dijo que los terroristas habían ido también a tiro fijo y lo esperaban.
 
¿Se habrá repetido la estratagema? ¿Sabían de verdad los terroristas quiénes viajaban en aquellos dos automóviles banalizados por la “ruta Jackson” contra los que dispararon? ¿Cómo es posible que —lo acaba de preguntar el coronel Vinuesa, ex agregado militar en Bagdad y un experto reconocido en temas de seguridad— prácticamente todo el contingente de agentes del ex CESID destacados en Irak viajasen juntos, sin protección externa o “abierta”?
 
Alguien debe explicar todo esto y si es necesario, asumir las responsabilidades que se derivan de tan extrañas circunstancias. Cuando fue asesinado el agente Bernal se lanzaron todo tipo de explicaciones, interpretaciones e hipótesis pero seguimos como estábamos: ni se sabe quién lo asesinó (si fueron dignatarios chiitas bagdadíes, “fedayines de Saddam”, o delincuentes comunes) ni los servicios de inteligencia han explicado por qué una persona que había trabajado en Bagdad durante los últimos años de la dictadura de Sadam —y que, por tanto, era conocido por la policía del tirano y sus servicios de inteligencia— se mantuvo en su puesto cuando las circunstancias habían cambiado radicalmente y su seguridad —lo sucedido lo prueba— no estaba garantizada.
 
No se trata obviamente de que el servicio de inteligencia español revele información secreta o clasificada que sólo beneficiaría a los terroristas y a quienes los manejan pero hay una serie de preguntas que deben responderse: ¿qué misión desarrollaban, todos juntos y en dos automóviles, los agentes y su jefe? ¿Por qué hicieron el recorrido entre el acuartelamiento del contingente español y Bagdad sin protección, en una carretera donde a diario se producen atentados y ataques?

El ministerio de Defensa, es decir, el Gobierno, debe aclarar lo sucedido. Y cuanto antes lo haga, mejor. Así evitará que quienes intentan sacar tajada de esta tragedia, puedan hacerlo.

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