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Alberto Míguez

Precisiones y coches-bomba

Los palestinos han pedido al presidente Clinton precisiones y matizaciones a su Plan de Paz, que debería haberse negociado hace unas horas en Egipto. Mientras Arafat y Mubarak charlaban sobre el Plan, estallaban varias bombas en Israel y morían varios ciudadanos inocentes.

Parece claro que la nebulosa terrorista palestina entiende así la negociación: por un lado amigables y cortesanas charlas con el “rais” egipcio y, por otra, dinamita y pedradas.

En esas condiciones debe resultarle bastante difícil al primer ministro Barak y a su animoso ministro de Exteriores, Ben Amí, negociar con Arafat y sus colaboradores, algunos de los cuales han dicho y repetido que la intifada “debe seguir hasta la desaparición del Estado judío”.

A veces da la impresión de que algunos grupos palestinos desean que en Israel triunfe en las próximas elecciones el general Sharon.

No habrá, pues, en lo inmediato otro Camp David ni un acuerdo pasable entre los dos contendientes. Si las cosas sigue así, en unos cuantos días estaremos de nuevo en plena guerra de piedras y balas de plástico. Y vuelta a empezar.