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Alberto Míguez

Vehículos blindados para Castro y Fujimori

Los prolegómenos de la X Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Panamá los días 17 y 18 próximos se abrieron con un curioso escándalo. La causa es la compra por parte del gobierno de 17 automóviles de lujo “Cadillac” destinados a los jefes de Estado y de gobierno que asistirán a la reunión. Tras la Cumbre, los autos americanos serán atribuidos a los ministros y altos funcionarios del gobierno.

La compra se produjo sin licitación alguna y sin que los organizadores de la reunión se hubieran tomado la molestia de comunicar el costo (50.000 dólares) a la Controlaría de la nación, algo que es totalmente ilegal.

Pero el aspecto más chusco del escándalo es que, por razones que se ignoran, los dos vehículos más caros, de la misma marca pero blindados (el coste del blindaje duplica el precio), tampoco fueron declarados en la obligatoria licitación por razones hasta ahora inexplicadas. Al parecer los “blindados” serán utilizados por los dos invitados más especiales y extravagantes del evento: Fidel Castro y Alberto Fujimori, cuya asistencia está prevista aunque ninguno de los dos haya confirmado todavía su asistencia.

Los periodistas que cubrirán informativamente la reunión (mil trescientos, según los organizadores) hacen rogativas para que ambos individuos comparezcan, porque sin ellos no habrá espectáculo y el interés de la Cumbre, de por sí muy limitado, se reduciría drásticamente.

Curándose en salud, la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, una buena mujer pero con pocas luces según la mayoría de sus compatriotas, advirtió que ella no se beneficiará de los “Cadillacs de la Cumbre” y que utilizará su Mercedes blindado como siempre.

Es probable también que Castro haga que le envíen uno de sus varios automóviles blindados desde Cuba, porque la avanzadilla de policías, agentes de inteligencia y tropas de intervención inmediata instalados desde hace días en Ciudad de Panamá (trescientos, según fuentes de la seguridad panameña) teme que el “Cadillac” blindado no sea suficientemente seguro.

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