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Alejandro A. Tagliavini

Fiesta en palacio

Dicen que la democracia ganó cuando terminó el absolutismo monárquico en Europa. Personalmente, nunca me gustó la Revolución Francesa: esa violencia, la guillotina y las torturas no me parecen humanas. Pero entiendo la furia de la gente oprimida; imagino las fastuosas fiestas en los palacios reales a costa de los empobrecidos ciudadanos que, entretanto, protestaban en las calles y eran reprimidos brutalmente por la guardia real. Con otros trajes, algo muy parecido sucedió en Caracas: Lula, Chávez y Kirchner sonrientes en Palacio, mientras la Guardia Nacional reprimía, mataba a dos venezolanos y hería a más de 40. ¿De qué se reía Chávez? Ha destruido la economía de su país y se ha ganado el desprecio y el odio de la mayoría de los venezolanos. ¿Festejaba el carnaval? ¿Será el rey Momo?
 
Pero, ¿por qué en países como Venezuela se producen estas manifestaciones populares y no en Cuba o en EEUU? Castro tiene todo bien reprimido. En EEUU no suelen suceder sencillamente porque no tienen sentido. No imagino que en EEUU ocurran las típicas manifestaciones latinoamericanas contra el aumento de precio de los alimentos o del combustible o algún otro elemento indispensable para la vida cotidiana. La fracción de sus ingresos que los norteamericanos utilizan para adquirir alimentos es mínima. Y dónde las personas pacíficamente –a través del sistema de precios– deciden la asignación de los recursos, la gente no protesta en marchas contra el gobierno que en nada hace al mercado. Sí imagino que, cuando el mercado no es libre sino que depende de la decisión arbitraria de un funcionario estatal, la gente perjudicada se irrite y proteste. En definitiva, cuando realmente hay democracia y las personas pueden decidir sobre sus vidas y bienes, cuando el Estado no reprime coactivamente la vida de las personas, las protestas no se dan porque no tiene sentido protestarle al Estado cuando es ajeno a los hechos.
 
En Caracas, fuerzas militares reprimieron una marcha opositora pacífica en apoyo al referéndum revocatorio del mandato de Chávez, coincidiendo con la celebración de la XII Cumbre del Grupo de los 15, integrado por Argelia, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Egipto, Jamaica, Kenya, India, Indonesia, Irán, Malasia, México, Nigeria, Perú, Senegal, Sri Lanka, Venezuela y Zimbabwe
 
¿Que hacían allí Lula y Kirchner? Acordaron llevar una política común con respecto al FMI. Pero muchos de los invitados de Chávez no se aparecieron. De los 15 sólo estuvieron presentes Kirchner, Lula, Alvaro Uribe, Mohammed Khatami de Irán, Mugabe de Zimbawe y Pattersonseis de Jamaica. Lula decidió irse un día antes. Razones no le faltaron porque, según datos oficiales publicados en estos días, en su primer año de gobierno la economía brasileña no pudo terminar peor. El PIB total se achicó 0,2% y per cápita bajó 1,5%. Mientras su contacto con el Congreso nacional, Waldomiro Diniz, está siendo enjuiciado por recibir sobornos de la mafia del juego.
 
Kirchner se quedó unas pocas horas más. Aunque, por las dudas, se armó de un salvavidas al reunirse con miembros de la oposición venezolana. El Canciller argentino, Rafael Bielsa, dijo que no es positivo abandonar la salida institucional en Venezuela.
 
La realidad es que la paz se consigue con verdadera democracia, donde las personas no solamente tienen libertad política (para lo que es inevitable en Venezuela el referéndum revocatorio) sino también libertad económica, de manera que libremente puedan elegir el destino de su vida material, que no es un asunto menor, al menos en esta tierra.
 
 
© AIPE
 
Alejandro A. Tagliavini,  miembro del Departamento de Política Económica de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas, Buenos Aires.

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