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Alejandro A. Tagliavini

Las cuentas suizas de Kirchner

Mientras que el gobierno argentino pide más inversiones en el país porque eso, entre otras cosas, le serviría para tener más dinero al recaudar más impuestos, la gente le da la espalda. Así, mientras que las inversiones desde el exterior casi dejaron de llegar, las de los propios argentinos son escasas o, peor, se van al exterior.
 
El dinero que los argentinos tienen en el exterior no deja de crecer: entre inmuebles, depósitos en bancos, bonos, acciones y billetes bajo el "colchón" o en cajas de seguridad, cuya mayor parte está "en negro", es decir que evade impuestos, pasaron de 50.000 millones de dólares a comienzos de los años 90 a 104.600 millones de dólares. Esa cantidad corresponde a 2003 y representa 7.600 millones de dólares más que la cifra de 2002. Equivale al 56% de la deuda total del Estado, estimada en 185.000 millones de dólares, y al 75% de PIB total anual.
 
De los 104.600 millones de dólares, 6.300 millones son apartamentos o casas que los argentinos tienen en el exterior, en especial en Miami y Punta del Este, Uruguay. Los restantes 98.000 millones están colocados de diferentes formas. Los depósitos en bancos del exterior suman más de 30.000 millones de dólares. En bonos y acciones de empresas o de gobiernos extranjeros comprados con cuentas en el exterior hay 35.000 millones. Estas inversiones fueron creciendo en los años 90 por la subida de las bolsas internacionales y se estancaron a partir del 2000 por la caída de las cotizaciones de bonos y acciones internacionales. Otros 5.000 millones serían inversiones en bonos y acciones del exterior por parte de las AFJP (fondos de pensiones) o compañías de seguros, legalmente autorizadas. Casi 5.000 millones son créditos en favor de exportadores locales, legalmente registrados. Otros 25.000 millones de dólares son billetes atesorados por los argentinos en cajas de seguridad, "colchones" y otras variantes.
 
En los cuatro últimos años, esos fondos en el exterior aumentaron en 20.000 millones de dólares al compás de la crisis financiera. Y también por el desarrollo de la economía informal. Si la cantidad no aumentó más fue porque se registró una etapa de tipos bajos y por las caídas de las bolsas mundiales.
 
La realidad es que la fuga de estos capitales argentinos tiene que ver directamente con el estatismo que ha realizado grandes actos inmorales, como la confiscación de los ahorros bancarios, la cesación en el pago de la deuda estatal y el incumplimiento por parte del Estado de casi todos los contratos con los inversores privados. Es decir, una total falta de respeto por el derecho natural de propiedad. Falta de respeto incluso avalada por la Corte Suprema de Justicia, que poco o nada ha hecho por contrarrestar las inmoralidades del Poder Ejecutivo, por lo que cunde una total inseguridad jurídica en Argentina.
 
Pero la gran ironía es que, cuando el presidente Néstor Kirchner era gobernador de la provincia de Santa Cruz, él mismo habría depositado fondos en el exterior que, después de trece años, y por mediación judicial, aún hoy se está aclarando dónde están. Pero, al mismo tiempo se afirma que no serán traídos de vuelta, lo que levanta dudas entre la oposición y los independientes.
 
Los fondos de Kirchner y su destino exacto eran, hasta el pasado 8 de julio, el secreto mejor guardado de Santa Cruz. Ahora parece que están en dos cuentas de bancos suizos: el UBS AG y el Credit Suisse, por 50.437.321 dólares y 456.983.385 dólares, respectivamente, según un documento que presentó el gobierno provincial al Tribunal de Cuentas de Santa Cruz.
 
Varios legisladores han solicitado informes para dilucidar por qué, mientras se pide que retornen capitales al país, estos se mantienen fuera. También el juez Jorge Urso ya ha ordenado tomar medidas en una causa donde se investiga si existieron irregularidades en estas operaciones. "Acá no hay misterios.... Kirchner siempre cuidó esos fondos... la única plata que se repatriará será para inversiones que generen rentabilidad", aseguró el actual gobernador de Santa Cruz. Pero, según el senador opositor, Rodolfo Terragno, "su excusa (para no repatriar los fondos) es absurda".
 
© AIPE
 
Alejandro A. Tagliavini es miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE (Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas).

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