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Alicia Delibes

Revel enfurece a los progres

Con el título “Polifemo en su caverna” escribe Enrique Lynch, en las páginas de Babelia (para los íntimos, Bobelia), la reseña de una traducción que acaba de aparecer del libro Les plats de saison de Jean François Revel. Lynch no ahorra adjetivos descalificadores ni al hablar del libro que considera “fatuo y ególatra” ni tampoco al referirse a su autor, “cuyo liberalismo ilustrado deja ver la conocida faz del viejo autoritarismo resentido, el mismo que el del señor Le Pen, aunque presuma de tener otro signo”.

Se pregunta Lynch si ha sido la simple vanidad lo que ha movido a Revel a escribir esta especie de diario del año 2000 o el insomnio que impide al académico francés dormir más allá de las 4 de la madrugada. Asegura Lynch que el liberalismo de Revel es “demasiado belicoso e intolerante para ser razonable”, como si la pasión que uno pone en defender sus ideas pudiera hacer que éstas ganaran o perdieran racionalidad. Dice también que el autor de Les plats de saison se obsesiona con tres o cuatro bestias negras: José Bové (para Carlos Semprún, el bobo Bové) y sus ecologistas, los militantes antiglobalización, el diario Le Monde, Jack Lang, la presión fiscal, los que denuncian el calentamiento del planeta por efecto de la contaminación industrial y, sobre todo, los comunistas y sus infinitos disfraces. Como bien puede verse unas bestias negras que cualquier persona honesta y sensata debería compartir.

Lynch, sin venir mucho a cuento, quizás para que nadie piense que el autor de la reseña es un antiliberal irreflexivo, cita a Vargas Llosa cuyas ideas liberales, dice, contrastan con los “bramidos” de éste Polifemo cavernícola. Para terminar, y por si alguien piensa que las soluciones que ofrece Revel a los problemas que el mundo tiene planteados al comenzar el nuevo siglo están cargadas de sentido común, nos advierte Lynch “sus soluciones son las mismas que uno suele escuchar a un taxista enfurecido”. Como comprenderá el lector de Libertad Digital, después de esta imparcial reseña no queda otro remedio que enfrascarse inmediatamente en la lectura de este tan “fatuo y ególatra” libro de Revel.

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