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Amando de Miguel

Adiós a la carne

He observado que allí donde hay un menú más o menos organizado, te ponen ternera. Está feo rechazarla, porque te invitan. Pero me parece un pequeño abuso. Comprendo que haya que vencer la alarma desproporcionada respecto a la ternera, pero ese no es el camino. Como tampoco lo es que en las carnicerías no baje el precio de la ternera. Si disminuye el consumo y no los precios, la explicación es el oligopolio. Es así desde Von Stackelberg, mi texto de Economía. De momento, el Carnaval de 2001 es literalmente el adiós a la carne. El atún, por las nubes.

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