Todos los días nos abruman las grandes empresas con la impúdica noticia de los fantásticos incrementos de sus beneficios. Se refieren a los beneficios contables, los que se llevan los accionistas y los directivos. Ambos están satisfechos y todos nos alegramos proporcionalmente. Pero no estaría mal que se publicaran también los beneficios para los empleados y los clientes. Seguramente los hay, pero no nos lo dicen. Con esa información estaríamos todos más contentos. De ese modo, las empresas realmente competitivas valdrían más. Anímese la primera a sondear el grado de satisfacción o de queja de sus clientes. Sería un triunfo.
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