La palabra polo tiene una definición principal que establece la Física. La recoge así el Diccionario oficial: “Cada uno de los dos puntos opuestos de un cuerpo, en los cuales se acumula en mayor cantidad la energía de un agente físico; como el magnetismo en los extremos de un imán”. Esa definición básica se puede aplicar después a muchas realidades, pero la idea central es que los polos son dos que se oponen. De hecho, para los griegos, la palabra polos era tanto como decir el eje de la esfera de la Tierra, el que determinaba la orientación de la estrella polar.
Todo lo anterior viene a cuento para indicar el estéril pleonasmo que se acarrea con las voces “bipolar” o “bipolarización”. Señala tontamente el Diccionario oficial que “bipolar” es “lo que tiene dos polos”. Bastaría decir “polar” para concluir que, si hay un polo, está el otro que se le opone. “Polarización” sería mejor que “bipolarización”. Hay que evitar todo lo posible las palabras sesquipedálicas, como esa misma.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro