Algunos correos me solicitan mi opinión sobre distintos libros de las más heteróclitas materias. Ya me gustaría a mí tener el culturón de un César (Vidal) para poder satisfacer esa curiosidad. No sólo son limitados mis conocimientos, sino que este espacio no se pensó como una crítica de libros. En todo caso, diré algo a David Balaguer Ríos, que promete enviarme sus descubrimientos en materia de errores lingüísticos. Desde luego, el libro sobre el que me pregunta, Defensa apasionada del idioma español, de Alex Grijalbo, es una preciosidad. Se entienden mejor los textos sobre cuestiones léxicas que escriben los aficionados. Claro que lo mejor es lo que escriben los lingüistas aficionados, como Gregorio Salvador, mi favorito. De todas formas, si mis corresponsales se empeñan, pasaría a comentar algún libro. Después de todo, esa es mi primordial tarea en mi oficio de profesor. Aunque me esté mal el decirlo, te aconsejo mi último libro El final del franquismo. Testimonio personal (Marcial Pons, editor). En él hay textos de 1970 (un diario) y de ahora mismo. Notarás en seguida que he cambiado de estilo, antes un tanto pedantesco, con frases largas. El hombre es lo que escribe, que se podría decir mejor en alemán.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro