El lenguaje no es solo buena sintaxis sino también correcta entonación. Ahí es donde se detectan numerosos fallos. Por ejemplo, está la manía de acentuar con la voz las palabras átonas (relativos, preposiciones y otros monosílabos). Es una manía de muchos políticos, sobre todo los catalanes. No entiendo por qué es así. El idioma catalán sigue en esto la misma norma que el español.
En Madrid soy un usuario constante de los trenes de Cercanías y del Metro. Me resulta hiriente la cantinela de la voz que informa del paso de las estaciones. En muchas de ellas repite lo de “Correspondencia con”. Pero en lugar de ser un “con” átono, descarga todo el acento en ese monosílabo. Con lo fácil que sería poner el acento en las sílabas que lo llevan, que lo deben llevar. De nada vale seleccionar voces arcangélicas para esos menesteres informativos si luego ignoran las reglas elementales de la entonación.
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