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Amando de Miguel

Crítica política

Yo añado más a riesgo de ser lapidado. La infausta ley es un monumento a la desigualdad por el sexo y, por tanto, es un atropello jurídico y una cretinez sociológica.

A propósito de la entronización de José Montilla como candidato a la presidencia de la Generalidad catalana, el periódico oficial del régimen ha lanzado un editorial encomiástico. Su título: "La hora de los gestores". Claro, habría sido feo decir "La hora de los apparatchik", los que destacaban por ser fidelísimos miembros del Partido Comunista de corte soviético. Al menos lo de los "gestores" traduce la idea norteamericana de los manager. Últimamente eso de los "gestores" ha adquirido una nueva significación a partir de la confiscación de algunas propiedades llevadas a cabo por Evo Morales en Bolivia. En lugar de "confiscación", el caudillo boliviano habló de "cambio de gestión". Una vez más, la política es un juego de palabras.

El gestor hodierno sustituye, como figura ideal, al empresario de antaño como "innovador". Ahora poco hay que innovar y sí mucho que copiar, saber vender y sobre todo saber merecer las subvenciones públicas. El gestor de hoy lo mismo dirige un partido político que un grupo de presión o una entidad financiera. El gestor no tiene que saber nada de lo que dirige. Su fuerza está en tener aldabas con el poder y saber endeudarse. El antecedente más egregio de los gestores es el de los "técnicos" de Porfirio Díaz o los "tecnócratas" de Francisco Franco. Los gestores aman las ínfulas dictatoriales.

Julio Llorente comenta la candidatura de José Montilla a la presidencia de la Generalidad catalana: "Los socialistas catalanes venden esa candidatura como algo positivo, integrador y ven en ello más ventajas que desventajas. Las mismas ventajas que dijo Hitler cuando ascendió al poder en Alemania; él era austriaco. «Eso demuestra que Austria y Alemania son la misma nación», dijo en aquel entonces".

Luis Lebredo (Redlands, California, EEUU) participa en el concurso festivo para resumir en una palabra el "inepto que se cree una de las mentes privilegiadas del planeta". Don Luis propone fanático, el peor enemigo de la humanidad, el que linda con el estúpido y el que se mueve por emociones.

Un médico andaluz que desea ocultar su nombre propone la voz zarrapastrero, de fácil comprensión.

José Mª Navia-Osorio dedica su comentario cotidiano a observar el contraste entre el antiamericanismo básico de los españoles y el "papanatismo desmesurado frente al sistema de vida americano". Entiéndase América por los Estados Unidos. En efecto, así es. Son posturas compatibles. El pensamiento progresista dominante en España odia la lista de los valores que distinguen a la sociedad norteamericana. Al mismo tiempo esos mismos progresistas se extasían ante la estética cotidiana de los norteamericanos.

Don José Mª ha empezado a leer el proyecto de la "Ley de igualdad entre mujeres y hombres". No sale de su asombro. Resulta que la malhadada Ley determina que en las explotaciones agrarias familiares se impone la cotitularidad para que aparezcan tanto dueños como dueñas. En las sociedades anónimas se tenderá a que en los consejos de administración haya una proporción elevada y creciente de mujeres. En los procesos judiciales se invertirá la carga de la prueba para que no aparezca la discriminación por razón de sexo. En las estadísticas públicas los datos se desagregarán por sexo. En los contratos de seguros no podrán calcularse primas y prestaciones según el sexo de los titulares. Don José Mª concluye: "Me horroriza ver cómo la ley pretende inmiscuirse en las relaciones particulares entre personas. No perdonan ni la propiedad privada". Yo añado más a riesgo de ser lapidado. La infausta ley es un monumento a la desigualdad por el sexo y, por tanto, es un atropello jurídico y una cretinez sociológica. En una postdata, se pregunta don José María: "¿Qué se apuesta a que ningún diputado va a ser capaz de decir que la Ley de Igualdad es una barbaridad, que atenta a principios elementales de libertad como los de la propiedad privada o el derecho a presentarse a unas elecciones? ¿Es tan difícil comprender que se están limitando derechos constitucionales? ¿No se dan cuenta de que sería imposible que concurriera a unas elecciones un partido que intentara defender el trato injusto que suelen tener los padres divorciados con respecto a la adjudicación de la custodia de sus hijos? Sería imposible porque por imperativo legal deberían tener en sus listas un 40% de mujeres".

Me place registrar la opinión de don José María sobre otra extraña ley aprobada por el consenso de todos los partidos: "Se acaba de aprobar una ley por la que cada vez que compremos un CD virgen (con perdón) tendremos que pagar un canon a la SGAE. Me pregunto si la cosa será constitucional ¿puede un particular poner un impuesto que recaudará el Estado? ¿Trabaja Hacienda para la SGAE? ¿Se abre la puerta para que las asociaciones de diabéticos cobren un canon sobre el precio del azúcar que tanto daño les hace? O al revés, ¿tendrán derecho a cobrar un canon sobre la venta de insulina ya que son los únicos consumidores? El impuesto de la Cámara de Comercio desapareció con el tiempo. Digo yo que si Hacienda se va a convertir en el cobrador del frac podía encargarse de cobrar las rentas a mis inquilinos, se podían quedar con la retención del IRPF y el resto me lo ingresan cada día 1 del mes en mi cuenta".

El infatigable don José Mª sigue comentando las estupideces mil que figuran en la ley de igualdad de género. Por ejemplo, el deseo de que se logre una "presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de control y de gobierno de los centros docentes". Se pregunta el asturiano: "¿Qué hacemos con los colegios religiosos? ¿Cambiaremos monjitas por travestís?". Respecto a la pretensión de que en los planes de estudio se procede a la igualdad entre hombres y mujeres, don José María sigue preguntándose: "En Medicina vamos a tener crudo lo de explicar la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Se estudiará la próstata femenina? ¿Se suprimirá la Ginecología de los planes de estudio? ¿Cómo van a explicar las diferencias en la síntesis hormonal de hombres y mujeres?". Sigue una lista de "memeces" de la citada ley. Hago gracia al lector de tales ofensas a la inteligencia, en opinión de don José María, que suscribo con gusto. Cada día tengo más claro que el feminismo es la forma más estúpida de sexismo y, por tanto, de racismo. Me llamarán machista (como anticipa el asturiano), pero con su pan se lo coman.

Don José María me envía otra cotidiana emilia llena de curiosidades, rebosante de ironía, sobrada de espíritu. Anoto, resumidos, sus comentarios. Respecto al concurso para la palabra o frase que mejor defina a Zapatero, don José María se pega a la escueta descripción que hizo de él Mariano Rajoy: "bobo solemne". En su día la comenté.

Respecto aserendipia(= hallazgo casual), don José María se pregunta si no estará relacionada conchiripa(= casualidad favorable). Es ingenioso, perochiripame suena más a vascuence (txiripa= buena suerte). Vuelve a la carga don José María sobre la desgraciada ley de igualdad de género. Observa que las mujeres van a tener que pagar más por sus pólizas de seguros de vida para igualarse a los varones. Otra paradoja es que los sindicatos no llegan al 40% de mujeres en sus escalones directivos. "Ya lo decían los clásicos:Quis custodiet ipsos custodes? (= ¿quién vigilará a los vigilantes?)". La frase es de Juvenal. Desconfíen de imitaciones.

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