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Amando de Miguel

El español de muchos territorios

José Manuel G. Calzada (Gijón) recoge la calificación que se dio a sí misma una oyente del programa de Carlos Herrera en Onda Cero. Era una fósfora. Quería decir una forofa, claro, pero se pasó a la otra palabra por simpatía. Ocurre muchas veces en el lenguaje popular. Don José Manuel me indica que recobero se escribe con uve: recovero, el mercader que va comprando huevos o gallinas. Efectivamente, así viene en el DRAE. Pero mi intención era contestar a la consulta sobre recobero. De esa forma viene recogido en el Diccionario del castellano tradicional de César Hernández Alonso. Es una variante con el mismo significado. No hay por qué llegar a la reprimenda, aunque sea cariñosa. Dice así don José Manuel: “Le ruego me perdone la osadía de contradecirle, pero creo que con demasiada frecuencia le puede su bonhomía al tratar como evoluciones del idioma aquello que no son más que errores o incultura”. Lo de recobero no es un error, ni tampoco incultura. Simplemente, el castellano es una lengua vieja con muchas variantes. No obstante, tiene usted mucha razón en lo de mi actitud tolerante con los errores léxicos cuando se fundan en tradiciones. Respecto a la incultura, siempre estoy aprendiendo. Espero que no sea nesciencia (= incultura culpable).
 
José Antonio Carrasco (motrileño, residente en Mallorca) me asegura que en Cádiz llaman recoba a la pequeña tienda de ultramarinos, lo que en Mallorca es el colmado. En el Diccionario de Regionalismos de Pablo Grusschmid y Cristina Echegoyen se incluye recova como equivalente a “cobertizo” en Andalucía y “soportales” en Argentina.
 
Sobre la voz capotraste de nuestro amigo Jorge Alejandro Waterhouse-Hayward de Irureta Goyena, otro curioso libertario digital. Juan Jardón, nos ilustra con su equivalente castellano: cejilla. Dice así: “A mí la expresión cejilla siempre me ha gustado por parecerme muy gráfica. El instrumento ─una barrita recta─ colocado sobre el mástil [de la guitarra] semeja una ceja colocada horizontalmente sobre el ojo, el agujero de resonancia de la guitarra”. Según asegura, en italiano es capotasto, en portugués capotraste y en inglés capo o tasto. Da gusto tener corresponsales tan cultivados.
 
Muchas veces se reconoce en este corralillo la gran riqueza que supone el habla de los españoles “de ambos hemisferios”, como decían los valerosos constituyentes de 1812. José Manuel Fernández (Pontevedra) aporta la voz pepenador; equivale al cultismo “indigente” de los hispanoparlantes de este lado del charco. Leo en el diccionario de Jorge Mejía Prieto (Así habla el mexicano) el verbo pepenar, derivado del náhuatl, como recoger lo que está en el suelo, rebuscar. Don José Manuel añade algunas otras precisiones sobre el mexicano. Así, el sentido laxo de la puntualidad se manifiesta en las derivaciones del adverbio ahora (un plazo amplio). Ahorita insiste en el carácter inmediato y oritita, que es casi lo instantáneo.
 
Recibo emilios de todas las partes del territorio nacional asegurándome que allí también llaman plaza al mercado. A mi modo de ver, no es tanto por la contracción de “plaza del mercado de abastos” sino por algo más sencillo. Antes del siglo XIX no había mercados de nueva planta. Solo existían lo que ahora llamamos mercadillos, tenderetes o paradas que se levantaban en la plaza mayor o equivalente. Es fácil entender la metonimia: plaza y mercado.
 
Eduardo Font me aclara la duda: “Pírgano es el nervio de la hoja de la palmera”. Fran Riaño añade que “tomar jarabe de pírgano” equivale a “tomar jarabe de palo”, es decir, recibir un varapalo, unos cuantos golpes.
 
Antonio Hidalgo Fernández me acompaña un extenso vocabulario de su pueblo, Fuenteheridos, en la sierra norte de Huelva. Transcribo algunas equivalencias para que se vea la enorme riqueza del español en sus variantes locales:
 
calafatear = dar varias manos de cal a una pared
carfute = castaña asada y pelada
cundío = alimento sólido que se come con el pan
farragua = desaliñado, mal vestido.
jabicha = judías o habichuelas
 
Al final haremos un diccionario libertario digital para ambos hemisferios.

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