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Amando de Miguel

El lenguaje de fin de año

A pesar de todos los intentos de la Iglesias, la fiesta de Nochevieja es esencialmente pagana. Recuerda las fiestas saturnales de los romanos de fines de diciembre. Se trata de comer, beber y bailar según se despide el año.

Me refiero, una vez más, al lenguaje no sólo de palabras o de frases, sino de símbolos, ritos, artefactos culturales.

Nuestros antepasados de toda Europa no celebraban siempre el final de año el 31 de diciembre. Había variaciones de fechas según los países e incluso según las regiones y ciudades. Durante mucho tiempo en el pasado, el final del año se celebraba en marzo según la antigua tradición romana. Pero con el Imperio Romano se pasa al rito de comenzar el año en el 1 de enero. El nombre de ese mes viene del dios Jano (Ianus), el bifronte, que mira a los dos lados, al pasado y al porvenir. Ianua es "puerta", la que cierra el año viejo y abre el año nuevo. La Iglesia cristianizó esa tradición al llamar a la Virgen María "Puerta del Cielo".

Los cohetes y fuegos artificiales de la noche de San Silvestre es la repetición del rito de San Juan: se quemaban los trastos viejos en una hoguera para simbolizar el año que queda atrás. Los cohetes de San Silvestre existen en muchos países. Es la tradición para asustar a brujas y demonios que así desaparecen con el año viejo.

San Silvestre fue un santo de gran trascendencia política. Fue el que convirtió al emperador Constantino en el siglo IV y, por tanto, el que posibilitó a la Iglesia que saliera de las catacumbas y se hiciera oficial. Pero, a pesar de todos los intentos de la Iglesias, la fiesta de Nochevieja es esencialmente pagana. Recuerda las fiestas saturnales de los romanos de fines de diciembre. Se trata de comer, beber y bailar según se despide el año.

La tradición específicamente española (y de algunas zonas de Hispanoamérica) es la de las 12 uvas, por las 12 campanadas y los 12 meses. Es una tradición que nació en 1912 por el azar de una extraordinaria cosecha de uva tardía que hubo aquel año y que no tenía salida. A un genio del marketing se le ocurrió que podrían tomarse las uvas con las 12 campanadas de la Nochevieja. La tradición se afianzó tanto que hoy prácticamente todos los españoles la celebran, casi diríamos que "religiosamente".

El saludo universal de Nochevieja es "feliz año", que ahora se multiplica fantásticamente con la posibilidad de los teléfonos móviles y de la internet. Miles de millones de personas dicen varias veces "feliz año" durante el mismo día.

Nótese bien que no todos los habitantes de la Tierra celebran al mismo tiempo la despedida del año. Hay 24 horas distintas en las que se está realizando el rito de uno u otro lugar de la Tierra. Es todo un símbolo de lo relativo que es el tiempo cronológico.

No hay regalos en Nochevieja (como los hay en Nochebuena o Reyes). Únicamente se estrenan las nuevas agendas y los calendarios para el año entrante. Lo primero que los españoles miran en el nuevo calendario o agenda es "qué puentes va a haber en el año nuevo".

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