Cada vez es más amplio, se organiza mejor y (lo que me parece plausible) se paga más a los conferenciantes. En cambio, los asistentes a las conferencias no suelen pagar por la entrada. Hace un siglo era corriente ese pago; claro que el mercado era reducidísimo. Cada vez se organizan con más tiempo por delante y exigen llevar el texto escrito. Me parece bien. No es buena decisión el reparto del texto antes del acto. Tampoco es buena la fórmula de la mesa redonda: suele ser un falso debate. No es conveniente que los discursos políticos se disfracen de conferencias.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro