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Amando de Miguel

Elogio y miseria de lo verde

Lo "verde" en el sentido de actividades que rebajan la contaminación supone generalmente la adopción de procesos poco eficientes, alimentados generosamente con dinero público.

Los políticos son muy dados a poner en circulación nuevos sintagmas que resulten originales, sonoros y sobre todo que se repitan como cantinelas. Si consiguen que se pongan de moda, entonces se consideran afortunados. Este es el caso de la nueva expresión "brotes verdes". A pesar de que los miembros (y miembras) del Gobierno son resueltamente antiamericanos, es claro que lo de los "brotes verdes" procede de los Estados Unidos. No es una novedad. El uso y abuso de los "verdes" y del "verde" como coloración política y con un sentido ponderativo también procede del mundo anglosajón y del germánico. En cambio, en el español castizo lo verde suele tener una connotación despreciativa. "Verde" equivale a algo inmaduro, amargo, vicioso, obsceno o inasequible. Recordemos:

  • Verdes las han segado (= no hay nada que hacer).
  • Poner verde (= censurar, ridiculizar).
  • A buena horas mangas verdes (= la policía siempre llega tarde cuando hay que detener a alguien).

Lo "verde" en el sentido de actividades que rebajan la contaminación supone generalmente la adopción de procesos poco eficientes, alimentados generosamente con dinero público.

A pesar de esas connotaciones negativas, la política oficial española hace uso de lo "verde" como equivalente de la naturaleza, la feracidad, lo maravilloso. La versión última es lo de los "brotes verdes", señales que anuncian la primavera de la coyuntura económica. Que se lo digan a los cinco millones largos de parados, incluidos los autónomos que han echado el cierre a sus actividades. Pero, por eso mismo, el sentido de esperanza que dan los brotes verdes de las plantas es un intento de poner buena cara al mal tiempo. ¿De dónde procede esa metáfora?

La expresión literaria "brotes verdes" se ha convertido en los Estados Unidos en una marca comercial de éxito que distribuye productos para los bebés, productos que están libres de elementos potencialmente tóxicos como ciertos plásticos. En lugar de los tradicionales plásticos, los envases de los biberones, chupetes, cubiertos y otros objetos similares se fabrican con resinas naturales. La marca "green sprouts" (= brotes verdes) procede de la factoría Disney que comercializa tantos productos infantiles.

La popularidad de los productos infantiles en los estados Unidos con la marca indicada ha llevado a que los analistas de la economía recurran a la metáfora para indicar la esperada recuperación económica. Se esperaba que la primavera de 2009 fuera el momento de esa recuperación. Esos mismos analistas u otros parecidos, en la época del presidente Bush, para la misma esperanza de la recuperación económica, se referían a "la luz al final del túnel". Como puede verse, ambas metáforas han llegado a España y para el mismo fin de infundir optimismo oficial a la atribulada economía.

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