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Amando de Miguel

En qué consiste eso de hablar bien

La asociación del agua que corre con el sonido "r" o "rr", la proyecta Juan José Carbonell con las palabras cultas terminadas en "rrea", derivadas del verbo griego rheo (=fluir). Por ejemplo, diarrea o verborrea.

Debo advertir que una cosa es el conjunto de elementales normas de prosodia o recta pronunciación. Otra muy distinta es el hecho de las variaciones de tono y acento de los hablantes de las distintas regiones o localidades. Lo curioso es que muchas personas tratan de ocultar o pulir el acento regional para acomodarse a un pretendido acento estándar. La variedad de acentos es una de las virtudes del idioma.

Jaime Lerner (Tel Aviv, Israel) da cuenta de cómo sus ocho nietos empiezan a chapurrear el español. La dificultad mayor es la de mantener la diferencia entre el sonido <r> del de <rr>, que en hebreo no existe. Un recurso pedagógico es que los nietos de don Jaime repitan el estribillo "Erre con erre, guitarra/ erre con erre, barril/ erre con erre, qué rápido ruedan/ las ruedas del ferrocarril". A propósito de los ríos con la letra <r> o el sonido <ur>, don Jaime recuerda los dos ríos de su infancia argentina, el Paraná y el Uruguay. En mi caso yo añado el Urumea de San Sebastián. En mi pueblo de origen hay un arroyo que dicen Las Urrietas.

La asociación del agua que corre con el sonido <r> o <rr>, la proyecta Juan José Carbonell con las palabras cultas terminadas en <rrea>, derivadas del verbo griego rheo (=fluir). Por ejemplo, diarrea o verborrea.

Jorge Eixeres (Barcelona) observa que algunos gallegos y asturianos añaden un extraño sonido <g> a las palabras agudas terminadas en <n>. Así pronuncian "detenciong". No tengo yo oído ese registro, pero tampoco me alarma. La prosodia admite variaciones pequeñas dentro de la unidad estructural del idioma. Por ejemplo, "el fútbol es fútbol", según el axioma clásico. Pero en España se oye decir "fúrbol" o "fúbol" y todos nos entendemos. Por lo mismo, en Madrid se dice más bien "tasi", ya que lo de "taxi" resulta un poco relamido; no digamos si se pronuncia "tacsi". Más castizo es todavía "un tasis".

Francisco Mora contradice el dato, que proporcionaba Javier Seguí, al asegurar que el alcalde de Alicante pronuncia la <s> final como <r> cuando la palabra siguiente empieza por vocal. Don Francisco asegura que el alcalde de Alicante no es alicantino sino ovetense. No entro ni salgo. Pero tampoco es un desdoro para un alcalde aprender la prosodia o el acento de sus vecinos.

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