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Amando de Miguel

Eutrapelias varias

No solo soy zamorano de nación sino sayagués. En la comedia clásica española aparecía algunas veces el tipo de sayagués con su lengua de trapo para provocar la risa; más que tonto se hacía el tonto.

Siguen llegando propuestas para encontrar la palabra pertinente que pedía José María Navia-Osorio para la acción del que "resulta molesto a otros". Guillermo Cuevas (antiguo y aventajado alumno) sugiere la voz denso, pronunciada como "deenso".

José María Iboléon Adarraga (Sevilla) propone: hartible (+ el que harta).

Pedro Morales Moya aporta: pelmazo, mosca cojonera, posma y plasta.

Agustín Fuentes añade: plomo, posma, coñazo, latazo, pestiño, peñazo, plúmbeo, sieso, semao, muermo.

Siguen llegando siglas graciosas o por lo menos imaginativas en inglés. Así, José Antonio Puertas Ruiz (Dublín, Irlanda) cita BOGOF (= buy one, get one free; compre uno, el otro se lo damos gratis, o dos por el precio de uno). Es un buen sistema para vender calcetines o cualquier otro artículo del que se necesite tener varias unidades. La idea es el que el estocaje de mercancías lo hagan los consumidores, no solo los comerciantes. Ese es el éxito de las tiendas "macro", donde los consumidores se avituallan en previsión de un auténtico desastre.

Jorge García-Soto Retuerta me envía una lista de divertidos acrónimos en inglés, por lo general asociados a la jerga de los ordenadores y de los teléfonos móviles:

  • LMAO: Laughing my ass off (partirme el culo de risa)
  • BRB: Be right back (ahora vuelvo)
  • BBQ: Barbecue (barbacoa)
  • BBW: Big beautiful women (mujeres grandes/gordas hermosas)
  • AFAIC: As far as I concerned (en lo que a mí respecta)
  • AFAIK: As far as I know (hasta donde tengo entendido)
  • AFK: Away from keyboard (lejos del teclado)
  • BAK: Back at keyboard (de nuevo frente al teclado)
  • AKA: Also known as (también conocido como ó alias)
  • ASL: Age, sex, location (edad, sexo, lugar) Pregunta habitual en chats
  • B4: Before (Antes)
  • CU: See U (Nos vemos...)
  • F2F: Face to face (Cara a cara)
  • GR8: Great (Fantástico!!)
  • IMHO: In my humble opinion (en mi humilde opinión)
  • LOL: Laughing all loud (Riéndome a carcajadas)
  • OMG: Oh my god (Díos mio!!!)
  • SPAM: Stupid person´s advertisement (Correo basura)
  • THX: Thanks (Gracias)

Los chistes políticos que ridiculizan el carácter nacional o los sistemas políticos presentan un gran interés para la comprensión de la lengua, pues se basan en el carácter polisémico de las palabras. Este es el último chiste que circula por Venezuela y que me lo envía Mike:

Un medico israelita comenta: "La medicina en Israel esta tan avanzada que nosotros le quitamos los testículos a una persona, se los ponemos a otra y en seis semanas ya esta buscando trabajo."

Un medico alemán comenta: "Eso no es nada, en Alemania le sacamos parte del cerebro a una persona, la ponemos en otra, y en cuatro semanas ya esta buscando trabajo."

Un medico ruso comenta: "Eso tampoco es nada, en Rusia la medicina esta tan avanzada que le sacamos la mitad del corazón a una persona, se la ponemos a otra y en dos semanas, ambas están buscando trabajo."

A lo que el médico venezolano responde: Nada que ver, ¡todos ustedes están muy atrasados! Fíjense que nosotros en Venezuela agarramos a una persona sin cerebro, sin corazón y sin huevos, lo pusimos de presidente ¡y ahora todo el país está buscando trabajo!

Artur Sausí se ha picado con el chascarrillo de Montserrat-Tibidabo que aquí recogí. Me lo enviaba un libertario supongo que sin ningún ánimo de irritar a nadie. Me insinúa don Artur con una miaja de recelo: "A ver si las próximas gotas de humor caen más a menudo en su querida Castilla". Pues nada, don Artur envíeme algún chistecillo en el que salgan los castellano o los zamoranos y desde aquí lo difundiremos. Es muy fácil; basta con decir que son zamoranos los personajes de tantos chistes étnicos (irlandeses, judíos, polacos, leperos, etc.). Por mí no hay inconveniente en esa identificación alternativa.

No solo soy zamorano de nación sino sayagués. En la comedia clásica española aparecía algunas veces el tipo de sayagués con su lengua de trapo para provocar la risa; más que tonto se hacía el tonto. A veces yo también me siento ese sayagués por lo deslenguado que soy y lo apegado que estoy a mi dialecto. Lo de hacerse el tonto no da mal resultado en este mundo de listos.

José Escuder de León me proporciona abundantes muestras de historias divertidas en las que se ve cómo el humor tiene que ver mucho con la polisemia. He aquí una muestra para aligerar la pesadez de la nueva etapa política que nos espera:

Un hombre camina por la calle de un pequeño pueblo, cuando de pronto se da cuenta de que encima de él hay un globo aerostático flotando. De ese globo cuelga una canasta, y en esa canasta hay un señor, que le hace señas desesperado.

Con curiosidad, se aproxima lo mas que puede y escucha con atención.

Por fin, el piloto del globo logra que el aparato descienda un poco y le grita:

– Disculpe, ¿podría ayudarme? Prometí a un amigo que me encontraría con él a las dos de la tarde, pero ya son las dos y treinta, y no sé dónde estoy.

El transeúnte, con mucha cortesía le respondió:

– ¡Claro que puedo ayudarle! Usted se encuentra en un globo de aire caliente, flotando a unos veinte metros encima de esta calle. Está a cuarenta grados de latitud Norte y a cincuenta y ocho grados de longitud Oeste.

El aeronauta escucha con atención, y después le pregunta con una sonrisa:

– ¿Amigo, es usted del PP?

– Si señor, para servirle, pero ¿cómo lo supo?

– Porque todo lo que usted me ha dicho es técnicamente correcto, pero esa información no me sirve de nada, y sigo perdido.

El hombre del PP se queda callado a su vez, y al final le pregunta al del globo:

– ¿Usted, no será por casualidad del PSOE?'

– Si, soy socialista. ¿Cómo lo ha averiguado?

– ¡Ah! Muy fácil, mire, usted no sabe ni donde está, ni para donde va. Hizo una promesa que no tiene ni idea de cómo cumplir, y espera que otro le resuelva el problema. Está exactamente tan perdido como antes de preguntarme. Pero ahora, por algún extraño motivo, resulta que la culpa es mía.

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