Era de prever. Toda la faramalla que se organizó hace un año con motivo del fin del milenio, ahora nada. Se dice pronto, tendrán que pasar otros mil años para un acontecimiento semejante, pero nosotros no sabemos qué hacer. El acontecimiento no pasa de la retórica de algunos escritores. Pero el hecho es que se nos va el milenio más movido de la Historia. Por lo menos habría que celebrar el cambio de siglo. Es todo tan convencional que habrá 24 nocheviejas distintas según los husos horarios. Por fortuna, los españoles peninsulares y baleáricos estamos atravesados por el meridiano cero.
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