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Amando de Miguel

Gramática, ortografía y sintaxis para aficionados

Todo depende de la formalidad o solemnidad del escrito y del cargo. No es lo mismo el presidente de la Comunidad de Propietarios de Fontenebro que el Gobernador del Banco de España. Por cierto, son hermanos.

Luis Lucas Fernández (asturiano, supongo que emigrado en Estados Unidos) sigue este rinconcillo de las palabras para mantener su gramática al día. Con todo, don Luis muestra algunas decisiones ortográficas curiosas. Por ejemplo, Ese lo escribe sin acento cuando empieza con mayúscula. Esto lo acentúa porque es pronombre. Desde luego, el adverbio solo lo pone con acento porque le hicieron sufrir mucho en la escuela y no es cosa de desdecirse ahora. Siga mi consejo, don Luis. Quítele el acento a todos los demostrativos y elimínelo también del adverbio "solo". Ya verá cómo se siente más a gusto con usted mismo.

Pedro Liedo (Pachuca, Hidalgo, México) se suma al argumento de que "persona humana" no es un pleonasmo, pues hay personas divinas, angélicas, morales, gramaticales y jurídicas. Don Pedro aporta otros pleonasmos más auténticos:

  • Cuestionario de preguntas
  • hemorragia de sangre
  • tequila de agave
  • gente humana
  • prerrequisito
  • ejército de soldados
  • acera o banqueta peatonal
  • el día de ayer
  • el mes de mayo

Carmelo Encinas Gamazo me critica mi aceptación de la frase "nació un 28 de octubre de 1944". La opinión de don Carmelo es que solo se puede decir que "nació un determinado día" si no se dice el año. Con el año incluido lo correcto es "nació el 28 de octubre de 1944". Parece lógico, pero la fórmula del "un" puede tener algún sentido literario.

José Antonio Martínez Pons recuerda que, en el Ejército, se decía "capitana", "comandanta", "generala", etc. "para designar a la esposa del jefe u oficial de tal grado". Añade don José Antonio algunas precisiones más: la existencia de una zarzuela, "la Generala". La bandera principal del regimiento ha sido la "bandera coronela". Está también el "toque de generala" (para ponerse sobre las armas). Todo eso está muy bien, pero insisto en que pronto será usual la utilización del femenino en esos grados militares. Lo de sargenta va a ser más difícil, visto el sentido despectivo que hoy tiene. ¿Y lo de caba?

Alejandro Cifres (Roma) da una interpretación personal de la regla de las mayúsculas cuando se refiere a altos cargos:

Si el cargo se usa, por el contrario, de forma absoluta, sin indicar su poseedor, entonces va en mayúscula. Ejemplos:

  • El presidente Zapatero – lo dijo el Presidente.
  • El rey don Juan Carlos – yo, el Rey.
  • El papa Benedicto XVI – el cumpleaños del Papa.

Quizá la regla sirva para cargos menores. En los casos citados, por ser eminentes, la mayúscula se pone en todos los casos. De todas formas, en esto de las mayúsculas de los cargos se permite cierta oscilación. Todo depende de la formalidad o solemnidad del escrito y del cargo. No es lo mismo el presidente de la Comunidad de Propietarios de Fontenebro que el Gobernador del Banco de España. Por cierto, son hermanos.

José L. Martín Tordesillas comenta la paradoja de que la palabra bocado implique un tamaño menor que bocadillo. Sigue:

Eso son incongruencias y singularidades de todos los idiomas, creación del pueblo, que no se ajustan a una valoración matemática. ¿Cómo sorprenderse por esa pequeñez en una lengua que, a un edificio para almacenar municiones y explosivos, con fuertes muros de hormigón armado, especiales medidas de protección y aislamiento, y exigentes instalaciones antideflagrantes le llama polvorín y a un bollo de unos gramos de peso, polvorón?

Quizá se localice aquí una figura del lenguaje, la antífrasis, que es una forma de ironía. Así, un individuo sin pelo es un pelón. Con un cierto tono se puede decir "sí, sí" (= lo dudo).

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