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Amando de Miguel

Hay que saber insultar

"Zapatazo" es la sacudida y golpe fuerte que da una vela que flamea. Hay otros derivados con ese mismo sentido despectivo. Se confirma lo que algunas veces he comentado, que el sonido "z" se utiliza muchas veces para denigrar, o sea, en mala parte.

Alfredo Sandovar Campillay se pregunta qué es eso de "jalador" que ha llamado al Rey Juan Carlos el caudillo de Venezuela. Lo ignoro. El caudillo venezolano propinó al Rey una sarta de insultos. Así que lo de "jalador" supongo que será algo así como "corrupto". Ya se sabe, cree el ladrón que todos son de su condición.

Julio Iglesias de Ussel me envía la referencia de un curioso Diccionario marítimo español, del siglo XIX, en el que se contiene el término "zapatero". Equivale al que maniobra mal. "Zapatazo" es la sacudida y golpe fuerte que da una vela que flamea. Hay otros derivados con ese mismo sentido despectivo. Se confirma lo que algunas veces he comentado, que el sonido <z> se utiliza muchas veces para denigrar, o sea, en mala parte. Así, zopenco, zote o zarrapastroso, entre otros cientos de insultos con <z>.

Ramón Gallardo comenta que el sentido despreciativo del sonido <z> puede que provenga, como onomatopeya, del sonido de los mosquitos al volar. Me parece verosímil.

Javier Vicuña añade un interesante matiz a la función del insulto, que es la de molestar al insultado. En efecto, muchos insultos, dichos con un tono amable, se convierten en expresiones de afecto. Por desgracia, el tono no se puede introducir en el lenguaje escrito.

Ahora se prescribe que no deben pronunciarse públicamente denuestos obscenos, sobre todo si pudieran ser tildados de machistas o de homófobos. Pues bien, José María Navia-Osorio recoge un cartel en la mesa presidencial de los huelguistas del Metro de Madrid, que reza así: "Esperanzita [sic], si nos quitas el 5 [5% de rebaja en los salarios], por el culo te la hinco". Es decir, encima de obsceno, machista y con un cierto alarde homosexual. Don José María considera a los autores de ese cartel como "violadores en potencia" o simplemente "gentuza". Vamos, la apoteosis del mal gusto. Debo decir que esa misma Esperanza Aguirre, coherente con la necesidad de una política austera, a los consejeros del Consejo Económico y Social nos ha rebajado el 15% de las dietas. Son modestas dietas de reunión, que equivalen a la única forma de remuneración que tenemos. Con la lógica de los sindicalistas del Metro madrileño, habría que imaginar lo que le dirían a "Esperancita" si les rebajara el 15% de los sueldos. No digamos si se incluyeran los sueldos de los llamados "liberados" de trabajar, pero no de cobrar.

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