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Amando de Miguel

Hay que volver al alma máter

Está decidido; me voy a poner a estudiar Latín, ahora que voy a dar mi última lectio en mi alma máter. Espero que no se comente lo de stultorum infinitus est númerus.

Roberto Grau está pensando en retirarse a la hermosísima ciudad de Ronda (Málaga), "una vez que me jubile de la PsoeJuntadeAndalucía". Tiene una duda: ¿cómo debe decirse Acinipo o Acínipo? para la ciudad vieja de Ronda. Supongo que Accínipo, pero no me haga mucho caso, don Roberto. Algún libertario latino nos echará una mano.

Juan de la Fuente contradice a doña Sara (Pontevedra) e indica que "el diminutivo latino no es –culus sino –ullus o –ulus. Por ejemplo, filiolus, gemellus u ocellus. Está claro.

José Ignacio García Armendáriz vuelve a la carga con lo del parentesco que yo veo entre laus (= alabanza, premio) y laurus (= laurel). Don José Ignacio niega ese parentesco y me reconviene afectuosamente. Lo diré con sus palabras:

No seré yo quien le diga que no se dedique a discurrir sobre nuestra lengua común; sus escritos me entretienen y me instruyen, y en verdad la lengua es patrimonio de todos. Pero sí le convendría un poco de humildad en temas que trata usted como aficionado, aunque con mucho cariño: se empecina usted en relacionar dos palabras latinas que se parecen fonéticamente, y al hacerlo sigue la tendencia popular –también frecuente en muchos etimólogos hasta fechas recientes– de establecer parentesco donde sólo hay similitud.

Siento parecer un obtuso empecinado, pero me sigue pareciendo que laus y laurus son de la misma familia. Raimundo de Miguel asegura que la forma primitiva de laurus era laudus, proveniente de laus (= alabanza). Es claro que el laurel se ha utilizado muchas veces como símbolo de encomio o triunfo.

José Manuel González me corrige una frase latina que yo citaba en la que la palabra victurus (del verbo vivo, el que ha de vivir) aparecía como victorius, que no significa nada. El solícito don José Manuel escribe la frase correcta: Disce quasi semper victurus, vive quasi cras muriturus. Es decir, "aprende como si fueras a vivir para siempre, vive como si fueras a morir mañana".

Mª Paz Castro Gasalla precisa que la voz témporas (= días de ayuno al comienzo de las estaciones) procede de témpora (= sienes, cabeza) y no de tempus (= tiempo). Está bien visto.

Está decidido; me voy a poner a estudiar Latín, ahora que voy a dar mi última lectio en mi alma máter. Espero que no se comente lo de stultorum infinitus est númerus.

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