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Amando de Miguel

Historias y relatos

Como nos carguemos los vegetales que no sean asturianos de origen lo tenemos claro. Las cerezas vinieron de Turquía. Creo que los castaños los trajeron los romanos. Del maíz y la patata ni le hablo, vienen de casa de Bush. Los tomates, mejicanos.

Cada vez más esta seccioncilla, que no pretendía ir más allá de las palabras, se transforma en un palenque literario. Tal es la expresividad de las historias personales que narran los libertarios. Naturalmente, cada una es de su padre y de su madre, pero todas ellas son de interés. Acumulo hoy un florilegio.

Julián Plana hace un llamado a los libertarios para ver si alguno le localiza un cuento con intención política, "El andamio", que circuló de mano en mano a mediados del siglo pasado. Abierta queda la petición.

Don Julián me comenta el rumor de que el profesor Enrique Gómez Arboleya se suicidó al pensar que la visita de Eisenhower a Franco contribuía a perpetuar el franquismo. Me parece una historia inverosímil. Don Enrique fue uno de mis maestros y, antes de su muerte, arrastraba una profunda depresión, combinada con momentos de euforia. Recuerdo que la última clase que nos dio fue en diciembre de 1959. Habló con entusiasmo del libro de Durkheim, El suicidio. El día 21 de ese mes don Enrique aprovechó el momento en que su hermana había salido a la manifestación para recibir al presidente Eisenhower y se pegó un tiro. El tristísimo suceso nada tuvo que ver con las opiniones políticas de Arboleya, que eran partidarias de un sistema democrático. Su exaltación se debía más bien al entusiasmo que le provocaba la sociología empírica norteamericana, si bien sus clases seguían la línea filosófica de Xavier Zubiri. Él lo llamaba en clase "Javier" sin más.

José Antonio Martínez Pons me envía una excelente nota biográfica:

Sobre el átomo. Werner Heisenberg cuenta que, cuando era estudiante de Gymnasium, el profesor de química les explicaba que los átomos tenían una especie de "asas" con las que se enganchaban unos a otros. El joven Werner, que a los 9 ó 10 años leía a los clásicos latinos y griegos en su lengua original, tomen nota nuestros ilustres pedagogos, se preguntaba como podía ser indivisible si tenía esas asas, que se deberían poder cortar. Es curioso que todo el mundo habla de las malas notas de Einstein y nadie de las excelentes de Heisenberg, según Ortega, el más grande físico del siglo XX, por encima de Herr Albert (yo en mi modestia estoy de acuerdo con don José).

José María Navia-Osorio me cuenta unas historias maravillosas. Ahora le toca comentar lo de la "agresividad ancestral" de los españoles, referida en este mismo rincón. A don José María le da pie para referirse a una larga cadena de antepasados suyos, valientes donde los haya habido. Copio:

Mi preferido es Joaquín Navia-Osorio. En 1808 era un hombre mayor, militar retirado. Como Marqués de Santa Cruz de Marcenado tenía asiento en la Junta General del Principado de Asturias. Se discutía en la Junta qué hacer ante la situación política. Parecía que España se resignaba al sometimiento a los franceses. Don Joaquín se levantó para hacer un breve discurso. Por desgracia no lo recuerdo literalmente pero empezaba diciendo "La tierra que pisamos quisiera que se abriera para enterrar tanta traición y cobardía...". Para ir abriendo boca. Luego anunciaba su intención de ir solo hasta Pajares para impedir la entrada de los franceses en Asturias. Daba por hecho que moriría y pasarían por encima de él pero daba por hecho que las generaciones futuras sabrían que hubo "un asturiano leal". No hizo falta que fuera solo porque entre avergonzados y enardecidos los miembros de la Junta declararon la guerra a Napoleón.

Don Joaquín también era agresivo, y además generoso porque sostuvo económicamente la creación del regimiento de Castropol (la creación de regimientos parece una obsesión familiar). En 1936 mi padre tenía 17 años y estaba enfermo. No le importó y se unió a los defensores de Oviedo. Su hermano José Ramón era algo mayor y también estuvo entre los defensores de Oviedo. La situación era difícil y las trincheras de uno y otro bando estaban tan próximas que las granadas de mano eran devueltas sin estallar a la trinchera contraria. Para evitarlo se acortaban las mechas. A mi tío le explotó una granada en la mano. Está enterrado en la iglesia de los dominicos de Oviedo. La semana pasada estuve en esa iglesia en una boda familiar, ¡con qué orgullo enseñé su tumba con el escudo de los Navia! Mi padre y mi tío eran también agresivos.

Don José María también me envía una historia que parece inventada, pero que es real. Transcribo algunos párrafos para general ilustración del libertariado:

El Gobierno del Principado de Asturias, que tiene nuestra región hecha un jaspe y no encuentra nada más en lo que emplear su inteligencia, se ha dado cuenta de la maldad de las mimosas. Estos árboles malignos son "invasivos". Es cierto que se reproducen con facilidad y que dejadas crecer libremente pueden formar grupitos de 10 ó 12 ejemplares, que no van a más porque sus raíces son muy superficiales y cuando hay vientos fuertes se lleva a los ejemplares más antiguos. Además no son "autóctonas" porque se importaron de Australia como el malvado eucalipto. Luego le hablo del eucalipto. Para impedir que nos invada y erradicarlas de nuestra región nuestro diligente Gobierno prepara, o ha preparado, una ordenanza (o Ley o Decreto o yo que sé) dirigido contra las mimosas. Prohíbe la plantación, comercialización, transporte y ¡tenencia! Al que pillen con una mimosa en su finca le va a caer el pelo. Me veo entre rejas porque tengo varias y no pienso cortarlas. En todo caso si arranco las mimosas planto marihuana que si es para consumo propio no está penalizada. Estoy pensando en fumarme las flores secas de mimosa y decir que me coloca. O que es un rito de los aborígenes australianos y que lo hago para mantener la Alianza de Civilizaciones.

Como nos carguemos los vegetales que no sean asturianos de origen lo tenemos claro. Las cerezas vinieron de Turquía. Creo que los castaños los trajeron los romanos. Del maíz y la patata ni le hablo, vienen de casa de Bush. Los tomates, mejicanos. Muchas variedades de manzana son extranjeras. También declaran la guerra a una variedad de alga. Pues que metan a Neptuno en la trena. Con tridente y todo. Parece ser que hay algas buenas y malas. Yo no las distingo. También quieren cargarse algún bicho foráneo que se come a los asturianos. Por ejemplo el cangrejo de río americano y la trucha arcoiris. Son más gordos y alimentan más pero se zampan a los autóctonos. No nos compensa que nosotros podamos comer cangrejos y truchas de mayor peso, con más carne. Es la misma guerra que declaran a los productos vegetales híbridos con mayor producción por hectárea y más resistencia a las plagas. Han prohibido cazar jabalíes. Ahora se meten en los jardines de las casas rurales. En el bosque de mi casa (cerca de los eucaliptos) vive una familia de jabalíes que me destroza los prados en los que pastan las vacas (holandesas). Estos linces (los del gobierno de Asturias, no los de Doñana) ¿habrán oído hablar de la evolución de las especies? ¿Sabrán que había unos bichos llamados dinosaurios que desaparecieron por no poder adaptarse al medio? Vaya tropa.

Esta vez don José María me cuenta sus cuitas politicolaborales. El Gobierno de Asturias (PSOE) ha decidido degradar a don José María (PP) de su condición de funcionario del nivel 27 al nivel 22. Pero, presentada la oportuna demanda (sin grandes esperanzas por parte del demandante), el juez sentencia que "se me debía reintegrar a mi antiguo puesto porque, en la asignación del nuevo puesto, se me había discriminado por razones políticas y por mi actitud crítica hacia los actuales gestores de la sanidad. Estoy feliz y parece ser que hay mucha gente que comparte mi alegría [...] Es la primera vez que un juez, en Asturias, anula una decisión administrativa por considerarla una arbitrariedad a causa de razones políticas y para castigar a una voz crítica [...] Es una enseñanza de que a los abusones hay que plantarles cara porque son cobardes". Hermosa lección de civismo. Sube unas milésimas el índice de confianza en la Justicia.

Un comunicante anónimo me envía la "historia de Puri". Se trata de la directora de Recursos Humanos de una gran empresa. Durante todos los años de su cargo se ha ocupado de organizar la tradicional fiesta de Navidad de la empresa para todos los empleados. Pero este año todo han sido pegas, más que nada de lo que se llama corrección política. Primero, Puri tuvo que cambiar la denominación de la fiesta para que no se ofendieran los empleados judíos. Hubo que llamarla "fiesta de las vacaciones de diciembre" y prescindir de la música de villancicos. El capítulo de Alcohólicos Anónimos solicitó una mesa especial sin alcohol. Ante la dificultad de mantener el anonimato de esa forma, Puri recomendó que los Alcohólicos Anónimos no bebieran. Una nueva protesta de los empleados musulmanes hizo que Puri tuviera que insistir en que la comida se sirviera después de puesto el Sol. La razón es que este año el Ramadán cae en diciembre. Nuevas quejas y peticiones alteraron aún más el programa. Por ejemplo, los obesos tenían que estar alejados de los platos de dulces, las embarazadas debían situarse cerca de los lavabos, los homosexuales debían estar juntos en la misma mesa, las lesbianas lo mismo. Las personas sometidas a una dieta deberían informar sobre los alimentos prohibidos. Al final, Puri tuvo que ser ingresada en el sanatorio para enfermos mentales Virgen de la Cabeza. La fiesta se suprimió.

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