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Amando de Miguel

Juegos gramaticales

Creo que voy a tener que aceptar la mezcla de autoridad con amistad ("amistoridad") y convenir que, a partir de ahora, "la mayoría de los entrevistados opina". El intonso debe seguir la regla del maestro.

Pedro Campos me envía la siguiente admonición. Es a propósito de mi idea de la concordancia del verbo (en singular o en plural) cuando se junta un "sujeto cuantificador" (un sustantivo que designa una pluralidad de seres) con un sustantivo en plural. El ejemplo que ponía yo era "la mayoría de los entrevistados opinan" (mejor que "opina"). Mi argumento es que el verdadero sujeto no es un entrevistado sino muchos. Por tanto, el verbo debe ir en plural. Mi decisión la apoyaba con el Diccionario panhispánico de dudas. En él se dice que "es mayoritaria, en general, la concordancia en plural" (p. 165) como yo sostenía. La admonición de don Pedro es así de estricta: "Parece que no ha entendido usted lo que dice el Diccionario panhispánico de dudas [a este respecto]... Tenga cuidado al citar una autoridad que está al alcance de todos, porque se puede cotejar con lo que usted afirma. Y comprobar que no es cierto". Pues bien, puede que sea yo un obtuso, pero el Panhispánico concluye que "la concordancia en plural" es la forma "mayoritaria" en los autores citados (Pérez Reverte o Savater, entre otros). Que conste mi idea de que la autoridad del Panhispánico es para mí menor que mi oído. Pero me complace que los inmortales me den la razón, aunque don Pedro me la quite.

Ahora bien, consultada la duda con mi lingüista de cabecera, el doctor Marcos-Marín, su dictamen es que, en el caso susodicho, "la concordancia debe ser con el verbo en singular". Es decir, lo correcto sería "la mayoría de los entrevistados opina". Así que ahora estoy hecho un lío. Creo que voy a tener que aceptar la mezcla de autoridad con amistad ("amistoridad") y convenir que, a partir de ahora, "la mayoría de los entrevistados opina". El intonso debe seguir la regla del maestro.

Jaime M. Villar Riv me transmite la discusión familiar que tiene sobre si se debe decir "se venden pisos" o "se vende pisos". Entiendo que ese tipo de oración es una pasiva refleja. Por tanto, suena mejor "se venden pisos" (= los pisos son vendidos). En este caso la pertinente consulta con mi lingüista de cabecera me da la razón.

Antonio Pombrol Pérez comprende la variación de los grados militares según los dos géneros, masculino y femenino. Pero le queda la duda en el caso de los suboficiales y tropa. Concretamente, "¿Cuando la mujer sea brigada, el hombre [en el mismo grado] pasará a ser brigado?"

José Antonio Martínez Pons quiere saber cuál es el plural de gay (= homosexual, generalmente varón). Muy fácil: gais. Pronúnciese como suena. Para mí sería más propio hablar de gayo (= homosexual varón) y gaya (= lesbiana), pero esa es batalla perdida.

Pilar Silván apunta la ironía de que intentamos ahorrar tiempo y espacio al quitar el artículo a La Habana, El Cairo o La India. En cambio, añadimos más tiempo y espacio al elegir la forma "es por esto que", en lugar de "por eso". Entiendo que la explicación de tan descoyuntada conducta está en el mimetismo. Simplemente, decir "Habana, Cairo o India" hace ver que uno sabe inglés. Por lo mismo, si se opta por la forma "es por esto que" es que uno sabe francés. Hablamos para presumir, no solo para comunicarnos. Para mí que, si se estudian idiomas, la razón principal es para presumir.

Juan Ignacio Contreras (Almuñécar, Granada) observa que en muchos menús de los bares ponen "café ó postre" con una tilde sobre la o. No tiene mucha explicación esa insistencia en la adversativa. Quizá se deba a que de esa forma se intenta recalcar que el cliente tiene que optar necesariamente entre el postre o el café; si quiere los dos se expone a un ligero recargo.

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