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Amando de Miguel

La lógica y la gracia de los dichos

Es sabido la envidia que sienten muchos cordobeses respecto de los sevillanos y no digamos respecto de los malagueños. Esas realidades provinciales son más enterizas que la de Andalucía, por mucho Blas Infante que le echen.

Sobre la distinción entre escuadra y cartabón, José Quintanilla aclara que la mejor definición es la del DRAE. La escuadra es un triángulo isósceles y el cartabón es un triángulo escaleno. Ambos instrumentos junto al nivel permiten trazar buenos diseños. De ahí el dicho que aporta don José: "A escuadra y a nivel como el coño la Isabel".

Respecto a la frase de "traer o comprar un que quié usté y un siseñor" son varios los libertarios que me proporcionan una interpretación verosímil. Era la frase (con algunas variantes) que se decía al que hacía un encargo a un viajero, amigo o recadista, para que le comprara algo, pero no le adelantaba el dinero. La costumbre era hacer ese adelanto de dinero en los encargos.

Fernando Serrano Gómez recuerda perfectamente el rudimentario juguete llamado "Don Nicanor tocando el tambor". Era un pito estridente al que se acoplaba un muñequito que movía los brazos esquemáticos para tocar un minúsculo tambor. En cambio, don Fernando ignora lo que pueda ser un "siseñor", aunque su abuela decía que le iba a "regalar un siseñor con las patas amarillas". Era un regalo hipotético o fantasioso.

Antojos se refiere al dicho "señores de Córdoba, señoritos de Sevilla, gente de Málaga" y quiere saber su origen. No creo que tenga un origen identificable. A veces se antecede de "caballeros de Jerez". Son esas expresiones mostrencas por las que los habitantes de una localidad se empeñan en ridiculizar a sus vecinos. Hay miles de ejemplos. Según eso, la expresión dicha se originó, sin duda, en Córdoba, una ciudad con mucho empaque. Es sabido la envidia que sienten muchos cordobeses respecto de los sevillanos y no digamos respecto de los malagueños. Esas realidades provinciales son más enterizas que la de Andalucía, por mucho Blas Infante que le echen. Que conste que algo parecido ocurre en Castilla y León y en otras regiones. Para que luego digan que las provincias son unidades artificiales. Claro que las menos artificiales son las vascas, y ahora las llaman "territorios".

Ignacio Frías me documenta exhaustivamente que la expresión "noche en blanco" (= insomnio) la han empleado muchos escritores contemporáneos de renombre. Por tanto, no se mantiene la afirmación de nuestro Víctor de la Serna respecto al carácter importado de esa expresión. Don Ignacio recoge también el origen de la tal expresión. Se trata del recuerdo de la antigua ceremonia de la vela de armas para armarse caballeros. Los cuales debían pasar una noche en vela revestidos de una túnica blanca, símbolo de pureza. Era, de forma solemne, una verdadera "noche en blanco". Todo el mundo recuerda la verdadera noche en blanco que tuvo que pasar don Quijote en el episodio que remeda la ceremonia de ser armado caballero. Antes, nos recuerda el cronista Benengeli, don Alonso Quijano se había pasado muchas noches "de claro en claro", es decir, leyendo hasta el amanecer.

En un correo posterior, Ignacio Frías aporta un testimonio de Lope de Vega donde se apunta lo de la "noche en blanco". Concluye con esta posdata saladísima:

No me harán quedar mal mis buenos amigos gallegos. En mi entorno madrileño, hablamos siempre de "arroz blanco". Ellos no; hablan de "arroz en blanco". ¿Arroz cocido en caldo blanco? Probablemente. Por contraposición al que hierve en azafranado caldo de verduras o pollo, que amarillea.

No puedo demostrarlo, pero me da el pálpito de que la historia sobre la vela de armas de los caballeros poco tiene que ver con el origen y la aceptación de la expresión que nos ocupa. Son legión los libertarios que me cuentan esa historia. Cuando se trata de resolver un enigma, tiendo a elegir la interpretación más sencilla, siguiendo el consejo supremo de Guillermo de Occam. En este caso lo más sencillo es suponer que el "blanco" se contrapone a la oscuridad del sueño. "Poner los ojos en blanco" es tenerlos abiertos como platos, que es lo contrario de cerrarlos para dormir.

Don Ignacio transcribe la información recogida por José María Iribarren sobre el dicho "más chulo que un ocho":

La frase "más chulo que un ocho" nació en Madrid y en el barrio del Manzanares, con alusión al tranvía número 8 que hacía el servicio entre la Puerta del Sol y San Antonio de la Florida, y que tenía su última parada y su cochera a la vera de la Bombilla, allá donde se abrían las frondas de los Viveros y Cantarranas y sonaban estridentes y sentimentales los pianos manubrios de La Huerta y Casa Juan. "Ser más chulo que un ocho" es de veras expresión castiza. E insuperable en desgarro cuando, como por aquí sucede con frecuencia, se alarga un poco: "ser más chulo que un ocho... del revés".

Don Ignacio completa la frase con esta otra versión: "ser más chulo que un ocho al revés".

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