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Amando de Miguel

Las hablas y las lenguas de España

Ya es raro que, en Occidente, el lema de un partido político lleve el nombre de Dios. Lo de "leyes viejas" en la práctica quiere decir "pagar menos impuestos al Gobierno de España", lo que en el País Vasco dicen "Madrid".

Ricardo Chao escribe un alegato en defensa del idioma leonés y de sus variaciones (asturiano, mirandés). Como ejemplo, de las peculiaridades léxicas del leonés, don Ricardo aduce gocho (= cerdo), prestar (= gustar) o la preferencia por el tiempo pretérito perfecto ("yo amé") en lugar del tiempo compuesto ("he amado"). A mi modo de ver esos ejemplos son poco convincentes, pues se pueden aplicar a otras muchas zonas españolas alejadas del territorio leonés, incluso en su más amplio sentido.

José María Navia-Osorio me regala con este sabroso comentario sobre el habla asturiana:

Esta mañana me desperté con la noticia de que el ayuntamiento de Sevilla gravará con un incremento del 50% el IBI de los pisos vacíos, excluyendo "los dedicados al esparcimiento". El pitorreo de FJL comentando la noticia fue antológico, sugiriendo toda clase de esparcimientos.

En algún momento alguien dijo "esparcir" y quedé sorprendido porque pensaba que se decía "esparcer". Por si acaso consulté el DRAE y quedé sorprendido al darme cuenta de que estaba equivocado. Entiéndase que la sorpresa no está en que me confunda de vez en cuando sino en que utilizara mal un verbo relativamente habitual. En Asturias tendemos a confundirnos con los infinitivos de algunos verbos. Un caso claro es "valer" que solemos cambiar por "valir"; yo tengo que estar atento para no cometer este error.

Volviendo a "esparcer" me encuentro que no soy el único equivocado porque me encuentro en Google que en Asturias tenemos un programa de campamentos infantiles llamado "Esparcer". De ahí proviene mi error, cuando era niño, en la época de la siega, había que "esparcer" la hierba para que se secara. Una manera especial de esparcerla/esparcirla era lo que se llama "esmarayar", consiste en levantar la hierba con el mango del "garabatu" (el rastrillo de madera) y airearla. Una vez que estaba seca se amontonaba en bálagos que tenían algo menos que la altura de un hombre y que soportaban bastante bien la lluvia. Los bálagos eran más tarde transportados en carros tirados por vacas hasta su lugar de almacenamiento invernal que podía ser una "vara de hierba" que son esos grandes bálagos de hierba que eran (ya casi no se ven) tan típicas de nuestro paisaje. Otra posibilidad era guardar la hierba en la "tenada" que son unos pajares habitualmente situados sobre la cuadra para hacer más cómoda la tarea de dar de comer a las vacas.

La verdad es que el verbo "esparcir" lo tengo yo oído en Zamora, aunque los gramáticos insisten en que se trata de una incorrección. También se decía en mi pueblo "esparramar" con el mismo sentido. Lo contrario de "esparramar" era "encalcar", esto es, hacer más denso el montón de paja. Era una tarea muy divertida para los chicos, encalcar la paja en el pajar.

Don José María sigue atento a los avances de la lengua asturiana (de soltera bable) hasta convertirse en la lengua oficial del Principado. De momento se registran algunos símbolos. Por ejemplo, en la puerta del Tribunal Superior de Justicia de Asturias figura esta placa: "Gobierno del Principau d’Asturies". Añade un detalle aún más ilustrativo:

Una muestra ridículamente divertida. He encontrado la página web de una asociación de gaiteros. Uno de ellos, su director (direutor), afirma ser " maestru gaiteru acreditáu pol Gobiernu del Principáu d’Asturies dende 1991", es también profesor de flauta travesera. En el grupo hay otro flautista travesero pero que actúa como gaitero. Hizo estudios de gaita (y de tambor, se le dan bien los instrumentos) con el anterior y también presenta su biografía en asturiano. Pequeño problema, sus padres no fueron previsores y le bautizaron como "Jordi". ¡Caray con el bablista!

Este último, Jordi, es una contradicción andante. En su currículum amerita haber estado en un curso de "Nueves tendencies na música tradicional", impartíu por Kepa Junkera, Ibon Koterón e Iñaki Plaza en BilbaoMusika. (2004). A ver si nos aclaramos, si el curso era en Bilbao y lo daban Kepa, Ibon e Iñaki no podía estar titulado en asturiano, sería en castellano o en vasco/euskera.

Don José María se refiere al comentario de otro habitual de este corralillo, José Antonio Martínez Pons, sobre el capricho de los mexicanos de decir "el sartén". Don José María certifica que en Asturias también se dice "el sartén" o "el sal". Más notable es haber oído a un sacerdote de Zamora decir "la maíz". De donde se infiere que los localismos no son siempre tales. El mismo don José María apunta esa correspondencia al señalar que, si bien en Venezuela llaman "monte" a la maleza, en Asturias también. Añado, y en el resto de España. Lo curioso es que a los ingenieros forestales en España los llamemos ingenieros de montes. Puestos a registrar la imaginación funcionarial, don José María aduce un buen ejemplo de "funcionario emboscado", que se denomina "asesor horizontal de planes futuros". Es de suponer que, con arreglo a la mitosis de los organigramas burocráticos, en el negociado de don José María aparecerá pronto este otro puesto: "asesor vertical de planes pasados".

José Anido me proporciona una lista de palabras que se dicen en Ferrol; son de indudable origen inglés:

  • Brus (< brush) = Cepillo de cerda corta y dura, utilizado para limpiar el suelo, puede tener palo.
  • Chepas (< shepherd) = Policía o guarda de la base naval.
  • Choni (< Johnnie) = Chaval.
  • Jailán (< highlander) = Persona de pocas luces, basto, bruto, paleto.
  • Filispín (< full speed) = Persona hiperactiva, inquieta o que va con mucha prisa (no estoy seguro de cómo se transcribiría exactamente en castellano).
  • Fixo (< fix) = Cinta adhesiva.
  • Queique (< cake) = Bizcocho

Estamos ante una especie de pidgin, el inglés portuario que se habla en algunos puertos del mundo. No llega a ser un dialecto, pero sí es un repertorio de voces adaptadas a los idiomas locales.

A propósito de lo anterior, Luis Argüello recuerda que sus padres, ambos canarios, utilizan palabras como choni (= extranjero, Johny), naife (= cuchillo, de knife) o queque (= pastel, de cake).

Pedro Barrado se refiere a una comunicación de Tomás Herrero (Málaga, oriundo de Algeciras) en la que da cuenta del término empercoío (= suciedad extrema, por ejemplo, de una cocina). La interpretación de don Pedro es que se trata simplemente de una corrupción (en el buen sentido) del verbo percudir (= ajar, deslucir, ensuciar). Me parece una observación muy en su punto.

Antonio V.M. me comunica que la voz guarnío también se dice en Córdoba "con el mismo significado de cansancio tras un día de fuerte trabajo o actividad".

Fermín Fernández-Villaverde recorta este titular del Diario Vasco: "El presidente de PNV, Josu Jon Imaz, asegura en un escrito que renuncia a la reelección como máximo burukide del partido jeltzale y que abandona la política". Don Fermín opina que al titular le faltan comillas o cursivas. Cierto es. No creo que muchos lectores de un texto en castellano puedan estar familiarizados con el significado de esos dos barbarismos: burukide y jeltzale. Supongo que burukide viene de buruko (= cabeza) y kide (= compañero, correligionario). Se dice más propiamente burkide (= camarada, conmilitón). Jelkide equivale a "afiliado al Partido Nacionalista Vasco". Jeltzale es algo más intenso: "adicto al Lema JEL" que creó Sabino Arana para el Partido Nacionalista Vasco. JEL es el acrónimo de Jaungoikoa eta Legi Zarra, es decir, "el Señor de lo Alto [Dios] y leyes viejas [Fueros]". Parece un lema más bien integrista. Ya es raro que, en Occidente, el lema de un partido político lleve el nombre de Dios. Lo de "leyes viejas" en la práctica quiere decir "pagar menos impuestos al Gobierno de España", lo que en el País Vasco dicen "Madrid".

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